Los clubes londinenses tienen problemas para renovar a sus estrellas ante el acecho de otros grandes de Europa. Si la renovación de Hazard en el Chelsea no avanza, sus conciudadanos del Tottenham también ven cómo se estanca la renovación de Christian Eriksen. El danés, como el belga en Stamford Bridge, acaba contrato con los Spurs en 2020. Su club ya ha movido ficha, pero el Evening Standard informa de que el jugador, a quien siguen Real Madrid y Barcelona, se resiste a dar una respuesta.
La renovación, apunta el diario vespertino, elevaría a Eriksen al nivel salarial de Dele Alli, doblarle su sueldo actual de 75.000 libras semanales hasta 150.000 (8,6 millones de euros anuales).
Su técnico, Mauricio Pochettino, muestra cierta preocupación al ser preguntado sobre el futuro del centrocampista. «La frase hecha es que la falta de noticias son buenas noticias; pero en este caso, no lo sé», comentó el argentino en rueda de prensa tras la victoria (0-3) del pasado martes en Cardiff, donde Eriksen marcó el segundo gol del Tottenham.
En los últimos meses, diversos medios británicos han hablado del interés del Real Madrid en el internacional danés. El Sun publicaba en noviembre que el club blanco estaría dispuesto a pagar 45 millones de euros por su fichaje. Aunque por edad (26 años) no encajaría en la estrategia de apostar por jóvenes promesas, su perfil le postula como relevo de Modric. El croata tiene ya 33 años, contrato hasta junio de 2020 y, como Eriksen, está dando largas con su renovación. Curiosamente, el Balón de Oro también llegó al Madrid procedente del Tottenham…