La Supercopa tendrá el domingo la final deseada por la organización. El Real Madrid noqueó por 3-0 al Mallorca un día después de que el Barça hiciera lo propio con el Athletic y el segundo Clásico de la temporada decidirá el primer título nacional del curso.
Un año después de que un hat-trick de Vinícius liderase la goleada (4-1) con que el Real Madrid ventiló al Barça en la última final del torneo, los dos grandes volverán a encontrarse, con cuentas pendientes, polémicas varias y un trofeo especialmente significativo.
Con 14 campeonatos el Barça es el dominador absoluto del torneo, pero es un liderazgo que amenaza el Madrid, que hace un año sumó el título número 13 y ahora podría igualarle en el palmarés. Será la quinta edición que se decida en Arabia Saudí, donde hasta el momento el equipo merengue conquistó los trofeos de 2020, 2022 y 2024, mientras el de 2023 lo celebró el Barça. En 2021 el Covid obligó a jugarla a puerta cerrada en Sevilla, ganando el título el Athletic de Bilbao.
Olmo, presente
Dos nombres, uno por bando, centrarán la polémica alrededor de la final. De Dani Olmo se está escribiendo y hablando hasta la saciedad en los últimos días después de que el CSD concediera al Barcelona la cautelarísima para que pueda ser inscrito, junto a Pau Víctor y esa resolución haya provocado una tormenta mediática de primer nivel en España.
De hecho, incluso ha llegado a la esfera política con el Partido Popular revelando que el gobierno otorga un «trato de favor a un club que adultera la competición».
Varios clubs españoles no han dejado pasar la oportunidad tampoco de pasarle factura al Barça, cuya posición de soledad provoca tanto pasmo como extrañeza, acusado el club, y su presidente, de trampear. Y en el caso de Laporta, de mostrar una imagen fuera de tono.
El presidente del club azulgrana celebró con un eufórico corte de mangas la resolución del CSD y hay voces que le acusan de haber insultado a varios presidentes de federaciones en el palco del estadio… Un hecho que, sin embargo, no ha sido confirmado por nadie públicamente pero sí ha valido para aumentar las descalificaciones contra él.
¿Y si Olmo decide la final? se preguntan en las redes sociales quienes atizan con más fuerza al Barça, ignorando que el club azulgrana, con más o menos acierto, solo ha seguido los recursos legales. Algo que en el pasado han hecho todos los clubs y que, por ejemplo, le sirvió a través del TAS al Real Madrid en 2016 para lograr una cautelar que permitió a los menores afectados por la sanción de la FIFA seguir jugando… Algo que no pudo hacer el Barça.
Vinicius, también
Dani Olmo, se supone, jugará de salida en el Barça de la misma forma que se entiende segura la presencia de Vinicius en la alineación del Real Madrid, gracias a una sanción de dos partidos tras la expulsión en Mestalla que le permite jugar la Supercopa y cumplir castigo en LaLiga.
Todo ello a pesar de no pocos precedentes en que futbolistas expulsados por el mismo motivo que el brasileño sufrieron sanciones más duras. Y más aún tras reacciones como la que tuvo Vinicius después de ver la roja y ser frenado por sus compañeros cuando quería encararse con el árbitro.
Sea como fuere, Vinicius, protagonista de excepción el año pasado, volverá a enfrentarse al Barça, dos meses y medio después de que el Barça asaltase el Bernabéu con un 0-4 soberbio del que el Madrid, seguro, querrá sacarse la espina.
Y, ganando su tercer trofeo de la temporada después de la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental.
