Mientras Barcelona y el Camp Nou viven una crisis institucional que pocos esperaban y la afición azulgrana aguarda expectantes noticias sobre el posible regreso de Neymar, el PSG y sus dirigentes no tienen nada claro eso de la vuelta del brasileño al que fuera su equipo y del que salió hace dos temporadas. Tanto es así que Nasser Al Khelaifi ha ofrecido al Real Madrid el traspaso de Neymar hasta en dos ocasiones. La propuesta llega tarde y por el momento los dirigentes del club blanco no contemplan dicha opción. Meses atrás la historia hubiera sido otra muy distinta, pero la realidad ahora es otra bien y el ofrecimiento ha dejado indiferente a la zona noble del Santiago Bernabéu.
Por París no confían en que la operación regreso de Neymar al Camp Nou sea factible. La relación entre los dos clubes no es nada buena, más bien es tensa por todo lo vivido en 2017, con la tentativa azulgrana de fichar a Verratti y la respuesta francesa pagando la cláusula del delantero.
Lo sucedido hace dos veranos no ha quedado en el olvido y el diálogo no es fluido ni mucho menos. El PSG contraatacó con una poderosa oferta a Rakitic que hizo que el Barcelona debiera renovar al alza al croata. Y tampoco ha mejorado las cosas el coqueteo entre Rabiot y el Barça.
Salida forzada
La llegada de Leonardo a la dirección deportiva parecía haber suavizado el diálogo, pero la realidad es que las diferencias todavía prevalecen. Ahora parecen condenados a entenderse, pero si fuera por los dirigentes del PSG, Neymar no regresaría en ningún caso al Barcelona, aunque saben que el brasileño tiene que salir y a día de hoy su único destino posible parecer ser la entidad azulgrana. En París están analizando el mercado, todo lo que ofrece y piensan que Coutinho podría entrar en sus planes, pero lo cierto es que no tienen gana alguna de hacer negocios con el Barcelona.
En el Real Madrid no ha sorprendido el ofrecimiento. Creen que forma parte del negocio del fútbol, pero en estos momentos no contemplan la posibilidad de incorporar a un jugador al que han estado esperando, pero que a día de hoy ya no consideran como prioritario. Si hay una posición con excesos de pasajeros esa es la delantera y en estos momentos el objetivo no es otro que el de aligerar en número de jugadores ofensivos, especialmente a Gareth Bale. Con el galés fuera del equipo, el planteamiento podría variar, pero en estos momentos las puertas del Bernabéu están cerradas para Neymar.
Si con el Barcelona las relaciones del PSG no son buenas, todo lo contrario sucede con el Real Madrid. El diálogo es habitual y desde París tienen a la entidad madridista como un club amigo, de ahí el ofrecimiento del traspaso del brasileño. La entidad madridista ha cuidado muy mucho cualquier movimiento alrededor de jugador alguno con contrato en vigor con el PSG. Han evitado cualquier tipo de conflicto, ni situaciones que pudieran suponer un paso en falso y un distanciamiento con el club parisino.
Florentino Pérez no dudo en reconocer que había sido a petición del PSG la emisión del comunicado por el que el Real Madrid negaba cualquier m movimiento encaminado a que Mbappé o Neymar pudiera cambiar el Parque los Príncipes por Chamartín.
Desde las oficinas de Valdebebas se insiste una y otra vez en que si alguna vez el Madrid está interesado en un jugador del PSG el club de la capital francesa será el primero en saberlo. Es una máxima impuesta desde lo más alto.
13 años desde el inicio
El nombre de Neymar lleva más de una década unido al del Real Madrid. Desde su primera visita al Santiago Bernabéu en 2006 siendo todavía un niño, al posterior reconocimiento médico y contrato suscrito que se quedó en nada ante la entrada en juego del Barcelona y esa oferta que todavía sigue desfilando por diferentes juzgados.
Ahora este ofrecimiento, abre una vía que parece cerrada ante unos intereses deportivos que nada tienen que ver con los emocionales.
En ese largo camino han ido llegando jugadores al Madrid cuando ese lugar estaba reservado para Neymar. Ahora que la situación gira la sombra de Mbappé es muy poderosa en el futuro blanco.