La derrota de Chile a manos de Perú por 3-0 en las semifinales de la Copa América 2019, dejó muy tocado al plantel trasandino pero en especial a uno de ellos. El arquero Gabriel Arias fue el blanco de muchas críticas después de la goleada, a tal punto que se vio obligado a cerrar su cuenta de Instagram tras sufrir múltiples amenazas tanto hacia él como hacia su familia.
En la previa al duelo, el futbolista argentino nacionalizado chileno habló de la situación que estaba atravesando durante el torneo: «Se habla mucho de la sombra de Bravo. Trato de enfocarme en esto. Recibo muchas puteadas y críticas en las redes sociales. Es feo porque se ataca a la persona», aseguró tras la victoria en cuartos sobre Colombia por penales.
«Es feo que te critiquen tanto a un hijo, que hablen mal de él. A mi familia le afecta más que a mí todo lo que dicen», reconocía con la voz quebrada y a punto de llorar.
El jugador de Racing quedó muy expuesto en las semifinales del torneo, sobretodo en el segundo gol de los incaicos cometió un error que pocos le perdonaron. Además, ocupar el puesto del ex capitán Claudio Bravo, fue un reto que se le volvió en contra.
Las críticas se transformaron en insultos y amenazas, tanto hacia el como hacia su familia y Arias no lo pudo soportar. El arquero optó por cerrar su cuenta de Instagram en la que, con anterioridad, recibió varios comentarios en una foto en la que aparecía con su hijo.
Ante la situación que está viviendo, su compañero chileno en el conjunto argentino, MarceloDíaz, salió a defenderlo a través de la misma red social: «No sabes cómo me pongo en tu lugar y entiendo la situación incómoda que estás pasando debido a algunos inadaptados y malvados personajes que se esconden detrás de redes sociales para demostrar todo su odio a terceros sin tener un mínimo de empatía y menos respeto (…) Tú no mataste a nadie, no violaste a nadie, no le robaste a nadie, entonces debes mantener tu frente en alto y seguir para adelante porque la vida continúa», concluyó.
La alargada sombra de Claudio Bravo ha perseguido durante toda la Copa América a Gabriel Arias, el arquero elegido por Reinaldo Rueda para defender el arco de Chile que ha cumplido en Brasil un papel más que discreto.
La tarea no era sencilla para Arias. Debía reemplazar al capitán que levantó las dos únicas Copas América en la historia de la selección chilena y uno de los pesos pesados del vestuario.
El relevo, además, no se dio de manera natural. La ausencia de la Roja del Mundial de Rusia fue una bomba de relojería que tuvo varias consecuencias. La más notoria fue el quiebre definitivo entre Bravo y buena parte de la plantilla después de unos comentarios de la familia del arquero en la que dejaba a algunos jugadores como juerguistas.
Rueda, que acababa de llegar a la Roja, trató de ejercer como mediador en un comienzo pero finalmente se vio obligado a elegir un bando y escogió el de Arturo Vidal, Gary Medel y compañía.