El proyecto del Newcastle es cosa seria. Europa tomará a partir de ahora más seriamente a los ‘geordies’ que pasaron por encima de un teórico candidato como es el PSG. Un traje a medida redondeado con un póker de goles. El dinero no da la felicidad, que se lo digan a los parisinos, pero sí ayuda, que se lo digan a St.James’ Park.
La Champions regresaba a Newcastle 20 años después y lo hizo con un ambiente envidiable. De poco importaba la lluvia que caía en un St.James’ Park lleno hasta la bandera. Le daba incluso más épica al derbi de multimillonarios.
Lo que costó, por ejemplo Dembélé, muchos millones pero al ex del Barça se le resiste su primer gol con ‘les parisiens’. A punto estuvo de estrenarse el mosquito con un remate de volea de primeras tras un gran pase de Mbappé. Fue de lo poco del PSG en los primeros 45 minutos.
El Newcastle, bien plantado, organizado y con más frescura y acierto en zona ofensiva ponía constantemente en aprietos a los de Luis Enrique y al final llegó el premio. Donnarumma se lo negó a Isak pero nada pudo hacer en el rechace con el magnífico remate de Almirón. Se destaba la locura ‘geordie’.
No despertaba el PSG que se sostenía en Donnarumma. Dio el susto Isak tras un golpe con Lucas que terminó con una brecha en la cabeza del sueco y una venda para tapar la hemorragia. Pero para corte, el de los parisinos en defensa.
Hasta tres remates en apenas 10 segundos, medio equipo mirándoselo dentro del área y un Burn que entró como un avión para por fin batir al portero italiano, que la intentó sacar pero el balón cruzó la línea. El VAR se tiró cinco minutos analizando el 2-0. Primero por un posible fuera de juego, una falta o incluso unas manos. No hubo nada.
Desconectado estaba el PSG y desconectado salió del vestuario. Multitud de pérdidas y nuevo picotazo de las ‘urracas’ con un tiro cruzado de Longstaff que tocó Donnarumma pero no lo suficiente. Un señor 3-0 a los 50 minutos de encuentro. Ver para creer.
Entonces sí, entonces despertó el PSG. Tuvo que ser Lucas el que recortara distancias tras un espectacular pase de Zaïre-Emery. El 3-1 abría una ventana a la esperanza parisina.
El Newcastle, como era de esperar, fue cediendo terreno con el paso de los minutos pero ni Dembélé por partida doble ni Mbappé lograban recortar distancias.La cereza al pastel ‘geordie’ llegó en el descuento con el cuarto gol, obra de Schär. Póker de goles al PSG. Mucho cuidado con los de Eddie Howe.
