El vigente campeón le dio la vuelta al marcador por cuarta vez consecutiva en casa, de modo que mantiene su imbatibilidad (3-2)
Tanto İlkay Gündogan como Erling Haaland rozaron el gol en los primeros compases, pero fue el Fulham quien abrió el marcador. Tras un intento de Adama Traoré a pase de Raúl Jiménez, el mexicano volvió a mostrar su versión más generosa y encontró a Andreas Pereira, que adelantó a los suyos con una volea.
La ventaja de los londinenses debería haberse convertido en dos casi de forma inmediata, cuando una rápida contra acabó con Iwobi poniendo el balón en bandeja a Traoré, que sólo pudo elevar su disparo por encima del larguero.
Los hombres de Marco Silva tuvieron que lamentar ese fallo unos segundos más tarde, cuando un trallazo de Mateo Kovacic se tradujo en el empate (el danés Joachim Andersen desvió la trayectoria).
El croata sólo había marcado dos goles en la Liga inglesa con el Manchester City antes de este sábado, pero igualó esa cifra a los dos minutos de la reanudación.
Sin embargo, los de Londres estuvieron a punto de devolver el golpe, al igual que en la primera parte, cuando Traoré enganchó un balón a la espalda de la defensa. Sólo las piernas de Ederson frustraron la igualada.
Los Cottagers siguieron tanteando el terreno y volvieron a rozar el gol cuando un bloqueo en el último segundo impidió a Jiménez marcar por cuarto partido consecutivo.
Sus opciones de volver a meterse en el partido parecieron extinguirse, y además con cierto estilo, ya que Jérémy Doku se internó por la izquierda y soltó un trallazo inapelable que se coló por la escuadra derecha.
El rival no se dio por vencido: Rodrigo Muñiz se revolvió en el área y la clavó en la red, pero no fue más que un consuelo. El City, sin la autoridad de otras ocasiones, prolongó a 30 partidos su racha de imbatibilidad en la Premier League, mientras que esa buena dinámica como local aumenta a 50 encuentros en total (sin incluir prórrogas ni tandas de penaltis).