El Madrid vuelve a perder en La Liga

Sevilla y Real Madrid se encontraban en un partido aplazado con mucha responsabilidad para unos y muy poca para los otros, y lo que marcaban las previsiones sobre el papel se acabó viendo sobre el terreno de juego. La segunda unidad ‘merengue’ naufragó por la voluntad de los hispalenses, que se apuntan a la carrera por la Europa League con un triunfo que necesitaban demasiado. Sergio Ramos volvió a ser protagonista en su tierra, aunque no por los motivos adecuados.

Joaquín Caparrós llegó con la obligación de resucitar a un equipo noqueado y a base de esfuerzo y coraje le puede devolver a las competiciones internacionales en apenas unas semanas. Contra los blancos, el guión era claro, seriedad en defensa y verticalidad en ataque, y el plan funcionó a la perfección.

En el primer tiempo se mezclaron pocas ganas y menos tino de los hombres de Zinedine Zidane para dejar un 2-0 muy prometedor, que encarriló lo que acabó en triunfo ajustado y pudo ser una goleada mayor. Wissam Ben Yedder y Miguel Layún aprovecharon dos de los envíos para retratar a una zaga blandísima que no tuvo su mejor día ni con el capitán entre los titulares.

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Quien volvió a pasar un mal rato fue, precisamente, Sergio Ramos, abucheado por la grada en un partido en el que buscó ser protagonista y lo consiguió, aunque, otra vez, no pudo reconciliarse con los suyos. El rencor que le guardan los que un día fueron sus seguidores no para de crecer, porque nadie entiende la necesidad del camero de reclamar cada falta, cada penalti y cada intento de gol para sí mismo y luego pedir perdón. No hay por donde cogerlo.

Su calvario empezó con un penalti sobre Lucas Vázquez que se adjudicó para acabar estrellándolo en el larguero, pero no iba a ser la última de sus apariciones estelares. En un encuentro roto y con los ‘merengues’ atacando con más corazón que cabeza, fue el propio Ramos el que sentenció con un gol en propia, poniendo un 3-0 que parecía definitivo a falta de cinco minutos.

Borja Mayoral descontó con un cabezazo en el 87, y aunque hubo otros cinco de descuento no pareció peligrar la victoria sevillista. Eso sí, quien no se podía ir sin su gol era Sergio Ramos, que imitando al mejor Cristiano Ronaldo se quedó con otra pena máxima. Esta sí acabó en las redes, pero no hubo tiempo para más y los tres puntos se quedaron en casa. Al Madrid hace tiempo que no le interesa esta Liga.