El aumento de casos de COVID 19 en Europa es una preocupación que se instaló a partir de la variante Ómicron. Las medidas restrictivas que se impusieron en Alemania, el Reino Unido y Suiza son algunos ejemplos que marcan la nueva realidad en el cierre del 2021. Y el fútbol no está ajeno a ello.
Es que el Leeds United, el equipo dirigido por Marcelo Bielsa, anunció en las últimas horas que no podrá jugar el partido del próximo martes contra el Aston Villa, como local, por los casos de coronavirus reportados en el plantel durante los últimos días.
Tras la suspensión del compromiso que debía jugar hoy ante Liverpool en Anfield, en el marco del Boxing Day, el club confirmó que recibió la aprobación de Premier League para postergar también el duelo del martes ante Aston Villa, que cuenta con los argentinos Emiliano Dibu Martínez y Emiliano Buendía. “Si bien no hubo nuevos casos de COVID en el equipo, la mayoría de los que dieron positivo antes del partido de Liverpool aún no han salido del aislamiento”, informó la institución de Yorkshire. De este modo, el próximo compromiso de Leeds recién sería el domingo 2 de enero ante Burnley, como local.
Por su parte, el francés Patrick Vieira, campeón del mundo y actual director técnico de Crystal Palace, dio positivo en coronavirus y se suma a los numerosos casos reportados en la competición inglesa.
A tres horas del inicio del encuentro frente al Tottenham, el club del sur de Londres informó que Vieira se aisló tras dar positivo de COVID-19 y será reemplazado por su asistente, Osian Roberts.
El ex volante se suma al caso reportado el sábado de Steven Gerrard, entrenador de Aston Villa, y otros tantos que no fueron identificados pero obligaron a la suspensión de otros tres de los partidos: Liverpool-Leeds, Wolverhampton-Watford y Burnley-Everton.
En los últimos registros, el Reino Unido, enfrentado a una propagación fulminante de la variante Ómicron, informó más de 122.000 nuevos contagios, otro máximo histórico desde el inicio de la pandemia, en momentos en que las infecciones ascienden a pasos agigantados.
Además, en las últimas horas, el estado británico se convirtió en uno de los más golpeados por el virus en Europa, ya que reportó 137 muertes, por lo que el total de fallecidos ascendió a 147.857 acumulados.
Lo llamativo es que cada nación del Reino Unido tiene competencias propias en materia sanitaria. Por el momento, Gales, Irlanda del Norte y Escocia anunciaron un endurecimiento de las restricciones que entraron en vigor después de Navidad. En cuanto a Inglaterra, el gobierno de Boris Johnson se resiste a imponer medidas suplementarias, apoyándose en estudios que muestran un riesgo de hospitalización más bajo con la variante Ómicron que con la Delta, dominante hasta hace pocos meses.