En Rusia 2018, Francia se consagró campeón del mundo por segunda vez en su historia. Sin embargo, en ninguno de los dos premios más importantes del mundo del fútbol, uno de sus representantes se quedó con la corona al mejor jugador del año.
Kylian Mbappéfue elegido como el futbolista joven más destacado tanto en la ceremonia del galardón The Best (que organiza la FIFA) como en el Balón de Oro (en manos de la revista France Football). Y Antoine Griezmann, figura del Atlético Madrid que se consagró en la Europa League, llegó al podio en los dos premios.
En la puja por el Balón de Oro quedó tercero, detrás de Cristiano Ronaldo y del vencedor, el croata Luka Modric, a 339 puntos de la cima. Sin embargo, el delantero, de 27 años, no quedó muy conforme con el resultado, producto del voto de 180 periodistas especializados de todo el planeta.
Es que, cuando Griezmann fue consultado, en la previa de la entrega del premio, ya se había filtrado el listado definitivo, por lo que ya estaba al tanto de que Modric se quedaría con el Balón de Oro. Por eso, se permitió una ironía cuando fue consultado por los medios allí presentes.
«Si el ganador no fuera un francés, sería una pena. Puede que la Champions League sea más importante que un Mundial, pero no cambiaría un Mundial por un Balón de Oro», fue contundente.