Las realidades son diferentes, pero los clásicos son partidos aparte y así se demostró en el duelo entre el Manchester United ante Liverpool. Los dirigidos por Jûrgen Klopp llegaban como los favoritos para este duelo por la jornada 31 de la Premier League. Peleando por el título y con la obligación de sumar de a tres, Salah y compañía arribaron a Old Trafford.
Por otra parte, los ‘Diablos Rojos’ al mando de Erik Ten Hag, tenían la obligación de también sumar de a tres, pero por una realidad diferente: esperan entrar en competiciones europeas. A falta de 7 jornadas, aún se encuentran a 8 puntos del Tottenham, equipo que se encuentra en Europa League.
En el primer tiempo solo hubo un equipo: Liverpool. Los de Klopp remataron más veces al arco y a los 23 minutos de juego, el ‘guajiro’ Luis Díaz, anotaría el primer gol del partido con una gran volea. El United se iría al descanso sin tiros al arco.
El segundo tiempo empezó de gran manera para los de Ten Hag. Solo cinco minutos después de volver al partido y tras error de la defensa del Liverpool, Bruno Fernandes anotaría de larga distancia ante el intento por salvar el balón de Caoimhín Kelleher. Pero no solo ello, a los 67 minutos, Kobbie Mainoo anotaría el 2 a 1 con un auténtico golazo ante el enojo del técnico alemán con toda su defensa por haberlo dejado girar con tal facilidad.
El encuentro se puso ida y vuelta. En una incursión en ataque por derecha de Harvey Elliot, el joven jugador del Liverpool sería derribado en el área por Aaron Wan-Bissaka. El juez central cobraría penal y Mohamed Salah canjearía el penal por gol a los 84 minutos.
El encuentro terminaría con un 2 a 2 que complica a ambos en sus aspiraciones de temporada. Liverpool iguala en puntos junto con Arsenal y solo se saca un punto de ventaja al City de Guardiola. Por otra parte, el United se queda a ocho puntos de Europa League –lugar que tiene Tottenham actualmente– y a once puntos del Aston Villa, que se encuentra en zona de Champions League.