Un hombre australiano llamado Blake Johnston, surfista profesional retirado de 40 años, batió este viernes el récord mundial de la sesión más larga de surf, con 40 horas domando olas que lo dejaron “bastante hecho polvo”, según comentó a la prensa local durante la realización de este hito.
Johnston rompió en llanto en la playa Cronulla de Sídney tras batir el récord que previamente pertenecía al sudafricano Josh Elsin de 30 horas y 11 minutos. Muy emocionado, agradeció brevemente a los cientos de aficionados que lo fueron a apoyar.
“Todavía tengo trabajo por hacer. Dije 40, así que iré y lo intentaré. Estoy bastante hecho polvo, sí, pero voy a apretar”, le dijo a la prensa en uno de sus cortos descansos permitidos para comer y beber, antes de volver al mar para intentar llegar a las 40 horas.
En total surfeó más de 700 olas, con varias pausas para alimentarse, ponerse protector solar o gotas en los ojos. En el momento en que cayó la noche, utilizaron unos focos de luz artificial para alumbrar las aguas y seguir la tarea entre bancos de medusas en el océano nocturno.
En cada salida, autorizada por el reglamento, los médicos verificaron su ritmo cardiaco y su presión arterial antes de dejarle continuar en un océano con la temperatura del agua a 24 grados, lo que reducía los riesgos de hipotermia.
Johnston buscaba el récord para recaudar dinero destinado para la salud mental, un tema muy íntimo para él que perdió a su padre porque se quitó la vida hace 10 años. Con su nueva marca, recolectó 330.000 dólares australianos (USD 221.000) que serán destinados para la prevención de suicidios.
No es la primera vez que Blake Johnston se lanza a una aventura que requiere mucha resistencia. Ya ha sido famoso por ponerse al límite con pruebas físicas. Por ejemplo, en 2020, corrió 100 kilómetros por la accidentada costa sur de Sídney, y lo hizo sin calzado en sus pies en la mayor parte del recorrido.