Un gol de Saúl le valió al Atlético de Madrid para vencer al Liverpool en el Wanda Metropolitano por el partido de ida de los octavos de final de Champions League. Los rojiblancos consiguieron un triunfo importante para ganar ventaja en la eliminatoria, que se cerrará el próximo 11 de marzo en Anfield. Pero, además de ello, el conjunto del Cholo Simeone le jugó de tú a tú al campeón de Europa, ganando confianza en un momento clave de la temporada después de un bajón futbolístico.
La Champions tiene eso, que es la Champions, y a muchos equipos, como al Madrid o al Chelsea, les ha ayudado a escapar de su día a día. También al Atleti, que desde que el árbitro marcó el inicio del encuentro, demostró que no se iban a amilanar ante el flamante campeón de Europa, por muy buena temporada que esté haciendo el conjunto de Klopp.
El Cholo salió con un once más ofensivo de lo habitual con Lodi en el carril izquierdo, y Lemar y Correa de inicio. El equipo comenzó el encuentro muy metido, buscando el gol tempranero. Desde los laterales, con dos centros, el Atlético se acercó al área de Alisson y Morata casi marca de cabeza.
Sin embargo, el gol llegaría a los cuatro minutos después de un saque de esquina que cobró Koke. El balón tocó en Fabinho pero se quedó en el área pequeña y le cayó a Saúl que no falló a bocajarro. Legal, porque nadie del Atleti tocó el balón antes que el centrocampista.
La ventaja no ralentizó a los locales, que siguieron llegando con rapidez al área rival. Correa cruzó mucho un tiro que pasó cerca del poste, y luego Alisson metió el pie para quitarle el gol a Morata, que se había internado en el área tras un mal despeje de Van Dijk y quería superar al portero por el segundo palo. Clarísima.
El Liverpool, mareado, intentó imponer sus condiciones pero le costó encontrar espacios gracias al orden del Atleti, que no cedió terreno y despejó muy bien los centros. La única ocasión de los ingleses en el primer tiempo, un gol de Salah anulado por fuera de juego, se dio gracias a una mala salida de Oblak, capaz el único error de los rojiblancos hasta ese momento.
En el segundo tiempo, ambos conjuntos salieron con cambios: el Liverpool dejó a Mané en el banquillo y entró Origi, mientras que en el Atleti se fue Lemar y entró Llorente. El Liverpool intentó empatar desde el inicio del complemento, tratando de encerrar al Atleti en su área. Aunque muy atrás, el equipo de Simeone no dejó dudas.
Desde Felipe a Llorente, todos estuvieron atentos para despejar los centros del Liverpool, prácticamente la única vía que intentó el equipo inglés; además de disparos largos de Salah y Origi. En esas, la conexión Lodi-Morata volvió a crear una ocasión clara para los rojiblancos, pero el 9 se resbaló antes de poder rematar. Recibió solo. Minutos después, Morata se fue del campo lesionado, y lo sustituyó Vitolo.
Henderson tuvo la oportunidad más clara para empatar el encuentro, con un chute a primera que se fue cerca del poste de Oblak. Klopp, por su parte, sacó a Salah por Oxlade-Chamberlin. También salió Henderson, con molestias, por Milner. El último cambio de Simeone fue Correa por Diego Costa, que reapareció en el Wanda.
Durante los últimos minutos, el Atleti se fue arriba para buscar el 2-0, un resultado mucho más contundente de cara a la vuelta. Siguió Lodi siendo uno de las principales vías de salida de los locales, además de un seguro atrás, esta vez combinándose con Diego Costa. El hispano brasileño remató de lejos, precipitado, sin darse cuenta de que Correa entraba en el área. No hubo tiempo para más. El Atlético se reanima pero todavía queda sperar Anfield.