Luego de una jornada cargada de emociones con el empate 2-2 entre Arsenal y Bayern Múnich y el vibrante 3 a 3 que protagonizaron Real Madrid y Manchester City, la ida de los cuartos de final de la Champions League continuó en el Cívitas Metropolitano con el compromiso que animaron el Atlético de Madrid y el Borussia Dortmund. Un espectáculo que contó con la presencia desde el inicio de los campeones del mundo Rodrigo De Paul y Nahuel Molina.
Antes de los dos minutos, el Colchonero generó la primera ocasión para abrir el marcador. Tras una acción iniciada por el ex volante de Racing, Samuel Lino extendió el juego hacia Antoine Griezmann y el francés envió una notable habilitación para Álvaro Morata; pero el delantero demoró en definir y Marcel Sabitzer logró diluir el peligro con una notable maniobra que estuvo marcada por su sacrificio.
De todos modos, el combinado liderado por Diego Simeone tuvo su premio en el arranque gracias a un grosero error en la salida de Gregor Kobel. El suizo intentó jugar desde el fondo con Ian Maatseny y el neerlandés le regaló el gol a De Paul, el talentoso mediocampista que presionó y celebró el 1 a 0 con una muestra de su carácter imponente. Sin dudas, los del Cholo lo ganaban desde le principio por una cuestión de actitud.
Sobre la media hora el elenco español extendió la diferencia. Justo cuando los de Edin Terzic pensaban que podían llegar al empate con algunas insinuaciones, Álvaro Morata se adueñó de una pelota y tocó hacia Griezmann. El francés campeón del mundo en Rusia 2018 apeló a su experiencia para salir de la posición adelantada y abastecer a Samuel Lino. Y sin ninguna resistencia, el brasileño le dio un pase a la red: 2 a 0.
Antes del descanso Ian Maatsen estuvo cerca de tener su revancha con un disparo rasante que parecía tener destino de gol, pero la notable respuesta de Jan Oblak evitó el descuento. Los reflejos del esloveno mantuvieron el invicto albirrojo.
En el complemento el Borussia Dortmund continuó empleando como recurso los remates de media distancia que exigieron a Oblak, pero Lino tuvo en sus pies la posibilidad de liquidar la serie. Fue mediante un centro de Rodrigo De Paul, en el que tocó con suavidad y Kobel se hizo gigante para evitar el tercero. Una ocasión similar a la que había tenido Axel Witsel y el suizo despejó con un manotazo al córner. Sin dudas, el arquero se había reivindicado después de aquella falla inicial que le permitió al Atlético de Madrid abrir el marcador.
En un cierre inesperado, Julien Duranville logró asociarse con Sébastien Haller para que el marfileño establezca el 2 a 1 y volver a poner al combinado alemán en la lucha por el boleto hacia la semifinal. Un gol fuera de contexto que le generó un precio demasiado elevado al Colchonero
