Eduardo Deluca fue una pieza clave en el esquema de poder que construyó Julio Grondona. El ex titular de la AFA lo transformó en su mano derecha y lo depositó al frente de la Conmebol, donde controló los destinos del fútbol sudamericano durante dos décadas. En 2015, quedó salpicado por las coimas del FIFAgate. Y la Justicia argentina puso la lupa sobre su patrimonio. En breve, tendrá su primer juicio oral.
El juez federal Marcelo Martínez De Giorgi elevó una causa por lavado de dinero en la que está acusado de comprar cuatro departamentos por un millón de dólares, pudo saber Infobae en fuentes judiciales. También se lo investiga por el manejo de una cuenta bancaria en Suiza, aunque todavía se están procesando los últimos datos enviados desde ese país.
Hasta ahora, la Justicia tiene acreditado que en noviembre de 2008 Deluca compró dos inmuebles por 536.000 dólares en efectivo (en Puerto Madero) y otro en octubre de 2013 por 55 mil dólares, también en efectivo. Pero también se le adjudica un inmueble en Vicente López comprado por su sobrino, Andrés Castelli, que también trabajaba en la Conmebol y será juzgado. Esa última operación se hizo en septiembre de 2011 y se pagaron 421.988 dólares mediante una transferencia bancaria.
Castelli trabajó en la Conmebol entre 1999 y 2014. En ese tiempo, cumplía funciones de veedor en los partidos de la Copa Libertadores, la Sudamericana y la Recopa Sudamericana. Por esa tarea, cobraba viáticos y sueldos en dólares.
La explicación que brindó Castelli ante la Justicia no alcanzó para justificar la operación. “La documental por intermedio de la cual pretende justificar el origen de los fondos con los que abonó la suma total se torna insuficiente y se desvanece en el contexto de pruebas colectadas”, dijo el magistrado cuando firmó los procesamientos.
Por su parte, Deluca dijo que los inmuebles a su nombre estaban justificados por su ingresos, la venta de dos propiedades (en Mar del Plata y en Pilar), el paquete accionario de una sociedad anónima y ganancias por carreras de caballos. Por esto último, el ex dirigente aportó constancias de los hipódromos de La Plata, Palermo y San Isidro. Diversos organismos como la AFIP y la UIF analizaron su patrimonio y determinaron que las compras –en pleno cepo bancario– tampoco estaban justificadas.
Martínez De Giorgi decidió cerrar ese tramo de la causa y mandarla a juicio. El proceso estará a cargo del Tribunal Oral Federal 1.
Deluca seguirá siendo investigando por una cuenta en el banco Credit Suisse AG, en Zurich (Suiza). Se abrió en 2004 y tuvo decenas de transferencias millonarias, muchas de ellas superiores a los 100 mil dólares.
Cuatro de esas transferencias, por un total de 1,2 millón de dólares (200.000, 400.000, 400.000 y 200.000), corresponden a la empresa Somerton Limited, investigada por el FiFAgate. “Somerton Ltd. ha sido utilizado por varios medios deportivos y compañías de mercadotecnia deportiva como una vía para llevar a cabo sobornos a funcionarios del fútbol”, destaca el procesamiento contra Deluca.
Un año después, esa cuenta fue cancelada y sus fondos transferidos a una cuenta del Credit Suisse a nombre de Deluca y Castelli. Los fondos fueron bloqueados en enero de 2018. Para ese entonces, había 2.335.583 francos suizos.
Los movimientos de esas cuentas comenzaron a ser investigados en Suiza, en una causa a cargo de Sibylle Chantal Grosjean, fiscal federal adjunta de Berna, y recién ahora están siendo analizados por los investigadores argentinos, con la ayuda de traductores. “Estamos analizado los datos; en principio, el dinero no vino a la Argentina”, dijo una fuente de la investigación.
El hecho tiene puntos en común con la causa que tramita Estados Unidos y por la que fueron acusadas 14 personas entre dirigentes y empresarios del fútbol, entre ellos Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis, acusados de pagar coimas para la organización de torneos.
En su confesión ante la Justicia estadounidense, el ex CEO de Torneos dijo que Deluca fue uno de los receptores de las coimas. Pero en 2016, el juez Claudio Bonadio rechazó su extradición a ese país.
Hace un mes, Deluca fue suspendido de por vida por ese escándalo junto a otro dirigente argentino, José Luis Meiszner (ex presidente de Quilmes y ex titular de la Conmebol). La FIFA los encontró culpables de soborno y de violar el Código Ético por los derechos de televisión y mercadotecnia de torneos de la Conmebol y la Concacaf. Por ese motivo, deberán pagar una multa de un millón de francos suizos.