A raíz de su gran irrupción, el argentino Paulo Dybala heredó el mítico «10» de Juventus, e incluso en algunos partidos lució el brazalete de capitán. No obstante, esta temporada está lejos de ser la soñada , pese a la obtención de un nuevo Scudetto.
Hasta el momento, disputó 27 partidos de Serie A (21 de titular) y marcó solamente 5 goles, un registro mucho menor si se compara con los 22 que convirtió el torneo pasado en 33 presentaciones. Incluso la prensa italiana lo señaló como uno de los principales responsables de la eliminación en cuartos de final de la Champions League a manos de Ajax.
En una entrevista con Style, la revista mensual de Corriere della Sera, Dybala analizó las críticas que recibió en el último tiempo: «La vida del jugador es como una montaña rusa: un día eres el mejor y al día siguiente eres un inútil. Encontrar un equilibrio no siempre es fácil. Le sucede a todos, incluso a campeones como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Después de todo lo que han hecho en su carrera, todavía reciben críticas».
Los medios italianos sostienen que el arribo de CR7 y su cambio de posición contribuyeron en la merma de su nivel. Sin embargo, el hombre surgido de Instituto de Córdoba y con paso en Palermo de Italia minimizó esta cuestión: «Me gusta cambiar. Para hacer cosas nuevas, para establecer metas a corto y largo plazo. Debemos encontrar el valor para superar nuestros límites».
«Nadie lo hubiera imaginado, ni siquiera nosotros, pensamos que era solo un titular en el periódico», sostuvo sobre el desembarco del cinco veces ganador del Balón de Oro a la Vecchia Signora. Luego se refirió a las dos versiones del portugués. La que muestra dentro de la cancha y su forma de ser con el plantel: «Visto de cerca, Cristiano es una persona sencilla. Tiene su imagen, su personaje, una forma de ser dentro del campo de juego, pero en el vestuario es como todos los demás, y le gusta bromear con todos».
Dybala, por su parte, recalcó la madurez que adquirió desde su llegada a la Serie A: «A menudo escucho frases como ‘él es joven, tiene 22 años’. Pero en el fútbol, a esa edad, no eres muy joven. He crecido mucho en el último período, ya no me considero un niño, porque he tenido experiencias que me permiten ver las cosas de otra manera, tanto dentro como fuera del campo».
«Cuando los ejecutivos me propusieron lucir la camiseta número 10 lo pensé un poco, pero esa oferta es imposible de rechazar. Para mí es un honor y una responsabilidad. Tengo que demostrar que lo merezco todos los días. En el fútbol hay momentos difíciles y le pasa a todo el mundo, hay que estar preparado. Tengo un entrenador mental», concluyó el argentino.