Novak Djokovic se sobrepuso a una serie de problemas en la rodilla derecha, reparada mediante una cirugía, y remontó un gran déficit en el segundo set para vencer el jueves 6-3, 7-6 (3) a Stefanos Tsitsipas, con lo que avanzó por cuarta vez a semifinales de unos Juegos Olímpicos, en los que persigue su primera medalla de oro.
El serbio de 37 años, con un botín récord de 24 títulos del Grand Slam, se medirá este viernes con el italiano Lorenzo Musetti, en busca de un pasaje a la final.
En la otra semifinal, el español Carlos Alcaraz chocará con el canadiense Felix Auger-Aliassime.
Djokovic evidenció algunos problemas de rodilla al comienzo del segundo parcial en la cancha del Philippe Chatrier. Se trata del mismo estadio donde se rompió originalmente el menisco, el 3 de junio, durante un duelo del Abierto de Francia, lo cual le obligó a abandonar el certamen.
Se sometió a una cirugía el 5 de junio en París, pero regresó a la actividad menos de un mes después en Wimbledon, donde utilizó una rodillera gris y jugó lo suficientemente bien para llegar a la final, en la que cayó ante Alcaraz.
Djokovic dijo que, durante ese torneo, demoró unos partidos en sentirse bien. Pero eventualmente jugó sin dolor.
Durante la última semana en los Juegos de París, sigue usando la rodillera. Pero ha lucido un mejor estado físico.
Pese a todos sus logros —más campeonatos que ningún otro en la historia del tenis, 98 trofeos totales, más semanas que nadie más en la cima del ranking desde que comenzó el sistema computarizado hace medio siglo— hay uno que le falta a Djokovic en su currículum.
Ganó una medalla de bronce en Beijing 2008, Pero le falta el oro, y ha dejado claro que ésa es su prioridad en esta temporada.