La Juventus vive días complicados: el sábado, si no pierde ante la Fiorentina, celebrará su octavo scudetto consecutivo, pero será una fiesta triste. Con la llegada de Cristiano Ronaldo el sueño era romper el gafe con la Champions, pero ni sus goles fueron suficientes y el Ajax, un rival teóricamente inferior, los apartó de la competición. Es más: a pesar de la llegada del portugués, la Vecchia Signora empeoró su rendimiento. En los últimos cuatro cursos había ganado liga y Copa italiana, y en cambio este año también abandonó la segunda competición en los cuartos de final, ante el Atalanta, con un durísimo 3-0.
Obviamente, los resultados no pueden hacer feliz a Cristiano, que su parte la hizo y muy bien: fue el héroe de la remontada ante el Atlético y marcó un gol por partido ante el Ajax. Ayer el Corriere della Sera hasta hipotizó que su enfado podría llevar a un increíble adiós anticipado, ya en este verano.
Una sorpresa que es muy improbable, aunque hoy también otro importante periódico italiano, La Repubblica, confirmó que el luso no cumplirá su contrato con la Juventus hasta 2022. “Es muy complicado que CR7 se quede hasta que finalice su contrato”, se leía “la siguiente temporada ya debería ser su última en Italia”.
La eliminación ante el Ajax supone una importante pérdida económica
El ‘fichaje del siglo’ revolucionó las cuentas de la Vecchia Signora y el mazazo sufrido ante el Ajax también costará mucho a nivel económico (16 millones menos de premios Champions, y la cifra crece imaginando una clasificación a la final) y de imagen. Cristiano llevaba nueve años seguidos jugando las semifinales de la máxima competición europea: que llegue a la Juve y rompa su racha, a nivel de marketing, pasará factura.