El Inter Miami se convirtió en el primer finalista de la Leagues Cup, luego de que este martes 15 de agosto goleara al Philadelphia Union en su casa 4-1.
Josef Martínez abrió el marcador apenas al minuto 3′, mientras que Lionel Messi agregó el segundo al 20′
Previo a terminar el primer tiempo, Jordi Alba metió el tercero, al 45+3′, y David Ruiz terminó de sellar el boleto a la final del torneo para el equipo de Miami, con su anotación al 84′. Por los locales, Alejandro Bedoya descontó al 73′.
Es que el director técnico argentino Gerardo Martino planteó el partido con la precisión de quien conoce el medio y le jugó a Philadelphia de la manera en la que sabía que más podía lastimarlo.
Efectivamente el «Tata» abandonó el juego de control por otro más directo, esperando al dueño de casa en la mitad de la cancha para salir con habilitaciones largas y filosas que cortaron la línea defensiva local rápidamente.
Es que faltaban cinco segundos para cumplirse los tres minutos cuando Sergey Krivtsov lanzó un pelotazo largo sobre la derecha para el venezolano Josef Martínez, uno de los «protegidos» de Martino, quien se sacó de encima el karma de no poder convertir tantos de jugada y definió como el efectivo atacante que es con un derechazo bajo y cruzado.
Esto marcó también que los dirigidos por Jim Curtin, considerados como unos de los mejores equipos de la MLS (perdieron la final de la temporada anterior frente a Los Ángeles FC), se vieron sorprendidos por la postura de su rival, algo que se hizo extensivo a la red inmediatamente.
Los minutos siguientes permitieron observar que Inter Miami le seguía regalando la pelota a su rival, que sin embargo no progresaba más allá de los tres cuartos de campo adversario.
Y así, sobre los 20 minutos, en otra respuesta los «rosados» manejaron pases filtrados hasta unos 32 metros del arco de Philadelphia, cuando recibió Messi y al ver que nadie le salía apuntó con un remate bajo y esquinado que hizo estéril la estirada del arquero André Blake.
Nada iba a cambiar hasta cumplirse los 45 minutos iniciales, porque apenas tres de descuento después todo iba a consumarse cuando Robert Taylor, el mejor intérprete de Messi desde que llegó a Inter Miami, hizo lo propio con su amigo Jordi Alba y habilitó al español con un pase filtrado que lo dejó cara a cara con Blake para que convirtiera su primer tanto con la camiseta de su nuevo club.
La segunda etapa no iba a tener mayores variantes, salvo el descuento de los locales tras un tiro de esquina mal rechazado por Sergi Busquets que el recién ingresado Alejandro Bedoya transformó en el 1-3 con un remate entre las piernas de DeAndre Yedlin, y el cierre de la cuenta a través de David Ruiz, reemplazante del hijo de mendocinos Benjamín Cremaschi apenas ocho minutos antes.
También hubo tiempo para el ingreso del argentino oriundo de Neuquén, Joaquín Torres, ex Newell’s Old Boys, en Philadelphia (su compatriota ex Banfield, Julián Carranza, permaneció entre los suplentes), mientras que Facundo Farías se quedó en el banco de Inter Miami en su primera convocatoria de parte de Martino.
Todo lo demás fue devolver la mirada sobre Messi, que con su tanto de hoy llegó a la novena conquista en apenas seis encuentros en esta Leagues Cup, con lo que Inter Miami se clasificó a su primera final en los apenas cinco años de existencia que tiene, pero además se clasificó nada menos que para disputar la Concachampions (los tres primeros de este certamen lo consiguen).
Ahora se vendrá la final como local si es que la otra semifinal la gana Monterrey, de México, o de visitante si el que lo hace es el estadounidense Nashville.
Pero esa será otra historia, la séptima de esta historia «soñada» de Inter Miami con Messi «a su cargo».
Un Inter Miami donde, por ejemplo, también flotan espíritus «ñulistas» con el «Tata» Martino como timonel, que ya mostró hoy su «mano» en el planteo de este partido que se avizoraba complicado y él decidió hacerlo sencillo.
O también, por ejemplo, para recuperar al venezolano Martínez, al que conocía de su exitoso paso por Atlanta United y no venía jugando en este Inter Miami hasta que llegó él.
Justamente Josef Martínez, vaya paradoja «ñulista», fue quien encabezó la asonada que derrocó de la dirección técnica de Atlanta United al «Gringo» Gabriel Heinze, cuando los integrantes del plantel consideraban que sus métodos eran «autoritarios».
Pero hoy la realidad de todos es diferente, al punto que Jordi Alba celebró su gol «a lo Spiderman», como suele hacerlo Messi, «pero porque es algo que viene» desde que su hijo nació, según confesó al término del encuentro, cuando anticipó que viene «el momento de poder disfrutar de otra final», lejos de Barcelona, pero cerca de sus amigos Messi y Busquets. Y del «Tata», por que no?.