El Bayern Múnich salió este miércoles indemne en su visita a Salzburgo tras empatar 1-1 sobre la bocina en octavos de final de la Liga de Campeones, en un partido en el que el campeón austriaco plantó cara a uno de los favoritos al título europeo.
Un tanto del nigeriano Chukwubuike Adamu (20) adelantó a los austriacos, pero fue contrarrestado por el atacante francés Kingsley Coman (90), que acabó por igualar una eliminatoria que se resolverá el próximo 8 de marzo.
El descaro de los jóvenes futbolistas del Salzburgo mantuvo a raya a los alemanes. Los austriacos salieron a jugarle de tú a tú desde el pitido inicial, mostrando su intención de querer seguir vivos en la máxima competición continental.
Y, sin duda, el premio llegó de la mano del delantero nigeriano Chukwubuike Adamu, quien entró en el terreno de juego (11) debido a una lesión del atacante suizo Noah Okafor.
«Se siente un poco como una derrota cuando concedes un gol tan tardío, pero el 1-1 es un buen resultado», señaló el delantero del Salzburgo, Karim Adeyemi.
Pese a un inicio electrizante del Salzburgo, el primer susto vino del lado del Bayern, que obligó al portero alemán, nacionalizado suizo, Philipp Kohn (10) a estirarse para sacar un balón colocado al palo largo.
Un minuto después, Okafor se rompió y se vio obligado a abandonar el campo por molestias musculares.
En una contra iniciada por Adedyemi, Adamu recibió el esférico desde la frontal para perforar la red con un golpeo perfecto (20). En ese momento, el Salzburgo empezó a creer que podía amargar la noche a sus rivales.
Pero, los pupilos de Julian Nagelsmann se aferraron a los remates de Serge Gnabry y Leroy Sané, mientras que el atacante polaco Robert Lewandoski, segundo máximo goleador de esta edición de la Liga de Campeones, estaba desaparecido en combate.
Antes del descanso, Kohn volvió a atajar un cabezazo de Coman, preludio de lo que se avecinaba tras la reanudación.
El Bayern, que no pierde un partido de Champions fuera de casa desde el 27 de septiembre de 2017 (3-0 contra el PSG en París), salió en tromba en la segunda mitad para revertir el resultado del choque.
Coman avisó primero con un remate desde el pico del área que pasó rozando el larguero (46). Cinco minutos después, el central galo Oumar Solet bloqueó otro peligroso disparo de Coman. E, justo después, Solet taponó otro golpeo de Gnabry.
Kohn realizó una doble parada (76) tras atajar las acciones de gol de Sané y Gnabry, los más activos durante todo el enfrentamiento del conjunto bávaro.
El Salzburgo tuvo en sus botas el 2-0, que lo evitó el defensa francés Benjamin Parvard bajo palos (80).
Un insistente Coman tuvo el empate (85) tras colgar un balón en el segundo palo que nadie tocó y que casi termina entrando en la portería.
Al final, Coman emergió en el minuto 90 de partido. El extremo francés aprovechó una pelota peinada de Thomas Müller para subir el tanto de la igualada y salvar a su equipo de otro desastre tras el que protagonizó el pasado fin de semana con la derrota ante el Bochum (4-2).
«En general, cometimos demasiados errores», admitió el entrenador del Bayern, Julian Nagelsmann, que aseguró que en la vuelta, el 8 de marzo, deberán «empezar el partido como en la segunda mitad”.
«Alguien que no sea fanático del Bayern podría decir que el Salzburgo se lo merecía hoy, pero creo que fue un resultado justo», declaró a DAZN el capitán del Bayern, Thomas Müller, aunque admitió que su equipo sufrió «más de lo deseado».
El Bayern continúa invicto en sus últimos diez partidos fuera de casa en los octavos de final de Champions, con seis victorias y 4 derrotas. La última vez que cayó a domicilio en esta fase de la competición fue en febrero de 2012 contra el Basilea (1-0).