Una mirada retrospectiva de lo que fue su dilatada carrera repleta de trofeos, el ex capitán del Barcelona, Carles Puyol, reconoció que la clave de sus logros fue dar siempre el 100%. El actual embajador de La Liga, padre devoto y activista social, fue un temible defensor durante más de 15 años.
Cuando le preguntaron qué consejo le daría al joven que hizo su debut en el Barça en octubre de 1999, el ex defensor dijo riéndose que tal vez hubiera tenido que tomarse las cosas con más calma, antes de recordar que fue su compromiso y profesionalidad lo que le aseguró una trayectoria tan exitosa.
«Me recomendaría ser un poco más cuidadoso, no tan bruto», dijo a los 40 años. «Pero era así como era, cómo entendía el deporte, dando siempre el 100% y sin preocuparme por los riesgos cuando tenía una lesión. Pero estoy contento por cómo me fue y si no hubiera sido así, seguro que habría ido de otro modo».
Puyol, nacido en 1978 en el pequeño pueblo catalán de Puebla de Segur, entró en la Masía a los 17 años. Ganó 23 trofeos con su único club, que incluye 6 títulos de La Liga y 3 de la Champions League, además de la Eurocopa 2008 y la Copa del Mundo 2010. Pero destacó que la principal motivación siempre fue el puro amor por el fútbol.
«Poder jugar al fútbol fue un regalo», confesó Puyol. «He tenido mucha suerte ya que lo hice durante casi 20 años. Cada mañana me levantaba con una sonrisa, feliz de ir a entrenar. Yo era uno de esos jugadores a los que les encantaba entrenar y trataban de disfrutar cada día, cada entrenamiento, cada partido», agregó.
El ex defensor reconoció que aún siendo un joven jugador, aprendió la importancia de entrenar y comer sano gracias a su compañero blaugrana, Luis Enrique, actual entrenador de la selección española.
«Sabía que el cuerpo y la condición física eran muy importantes», dijo. «Hoy en día los jugadores se cuidan mucho más. Pero siempre lo tuve muy claro desde el principio. Mi ejemplo fue Luis Enrique, que siempre se ha cuidado mucho. Aprendí muchas cosas de él».
Retirado hace cuatro años, Puyol advirtió que aún mantiene la rigurosidad para cuidarse mucho y alimentar su faceta más competitiva jugando al pádel.
«En estos días estoy un poco más relajado, aunque todavía me gusta comer sano», destacó. «A veces, si tengo un partido de pádel, me tomo una cerveza después del tercer set», agregó entre risas.
Puyol tiene dos hijas con su compañera Vanesa Lorenzo, modelo, autora y experta de yoga, y confesó que desde que se jubiló en 2014 pudo apreciar realmente la vida familiar. «También es cierto que durante toda mi carrera, excepto los últimos meses, aún no era padre. Ahora que tengo hijas, al no jugar a fútbol tengo la oportunidad de disfrutar más de ellas», analizó.
Profesionalmente aún se mantiene ocupado, viajando por el mundo para comunicar los valores que aprendió durante su vida como jugador. «Actualmente estoy muy concentrado en mi marca personal», aclaró Puyol. «Viajo por todo el mundo como embajador oficial de La Liga y también trabajo con la UEFA y FIFA dando charlas en conferencias y trabajando en asociación con algunas marcas», explicó.
El mismo compromiso que Puyol puso en casi 600 partidos con el Barça durante 15 temporadas con el primer equipo ahora lo canaliza para ayudar a impulsar un cambio social positivo.
«El poder que tiene el fútbol es enorme», aclaró Puyol. «El fútbol mueve masas. Aquellos de nosotros que estamos involucrados en el fútbol debemos ser conscientes del poder que tenemos para ayudar. También tenemos la responsabilidad de devolver a la sociedad todo lo que la sociedad nos dio», concluyó.