Locura en la liga turca. Este lunes, Hakan Arslan acabó expulsado en el descanso del Besiktas-Sivasspor (3-0) después de enseñare al árbitro una jugada con el móvil de uno de los integrantes del banquillo, con una acción polémica cuando el partido iba 1-0.
No, no fue una inocentada. El Besiktas marcaba su primer gol tras una jugada en la que el balón sale claramente por la línea lateral. En plenas protestas por parte del Sivasspor, aparece Arslan, capitán del equipo con un teléfono para mostrarle al arbitraje el momento en el que la pelota abandona el campo.
Arda Kardesler, árbitro del partido, decide expulsar al jugador con dos tarjetas amarillas; la primera por enseñar el móvil y la segunda por la airada protesta. El encuentro acabaría con victoria del Besiktas por 3-0 y con una de las imágenes del año en la liga turca.