Un Barça frustrado en ataque fue incapaz de perforar el muro del Girona y firmó un empate sin goles en el derbi catalán. Los blaugrana tenían en sus manos la -casi- sentencia de la Liga, dejando al Real Madrid a 15 puntos de distancia cuando tan solo restan 30 por disputarse. Sin embargo, con este resultado, los de Xavi se sitúan a 13 unidades de los blancos en un buen espectáculo futbolístico.
Consciente de la importancia del encuentro para dar un golpe -prácticamente- definitivo a la Liga, Xavi Hernández salió con toda la carne en el asador y regresando al esquema con tres delanteros. Galones para Ansu Fati en el extremo izquierdo del ataque y también para Eric Garcia en el eje de la defensa; ambos encadenando dos titularidades en la competición doméstica.
Lejos de las lamentables imágenes vividas en Montilivi por parte de los seguidores del Espanyol en la última jornada de Liga, en el Camp Nou reinó hermandad entre las aficiones del Barça y del Girona, dos clubes de idiosincrasias más que semejantes. Un ambiente muy festivo y familiar en el Lunes de Pascua. No tuvo el mismo recibimiento Mateu Lahoz, abucheado hasta la saciedad por las gradas del Estadi.
Sobre el césped del Spotify Camp Nou, dos propuestas atractivas tanto para los aficionados parciales como imparciales. Los dos equipos imprimieron carácter y ritmo, las ocasiones se sucedieron en las dos porterías y Xavi y Míchel se lo miraban con el mismo porte desde sendas áreas técnicas. Empezó atacando el Girona, pero las réplicas llegaron en el área de Gazzaniga. De hecho, el guardameta argentino salvó bajo palos un envenenadísima cesión del exblaugrana Bueno.
Llegaba el minuto 10 del encuentro y las gradas del Estadi volvieron a repetir un cántico que parece que se convertirá en tradición hasta que la temporada baje el telón: «Messi, Messi» resonaba en el barrio de Les Corts. El público es soberano y quiere el retorno del mejor futbolista de la historia.
Raphinha lo intentó en dos ocasiones desde la banda izquierda, ambas sin, prácticamente, ángulo: la primera hacia el palo largo y la segunda hacia el palo corto. Sin embargo, la más evidente del primer tiempo llegó de las botas de Araujo. Remate imposible del uruguayo en un córner servido en corto de primeras y de espaldas. El balón salió dirigido hacia la portería rival y Gazzaniga salvó sobre la línea. Tanto, que el balón llegó a cruzarla, pero no completamente. Con todo, los futbolistas enfilaron el túnel de vestuarios en un gran espectáculo futbolístico, pero sin el gol: la salsa del fútbol.
Xavi y Míchel apostaron por introducir un cambio en sus equipos: oportunidad para Kessie y Aleix Garcia en detrimento de un discreto Sergi Roberto y Borja Garcia, respectivamente. La primera gran ocasión del segundo tiempo llegó rápidamente: cabezazo de Eric Garcia a la salida de un córner que se marchó alto por poco.
La más clara, sin embargo, llegó desde el equipo que vestía con la senyera. Castellanos falló lo imperdonable después de recibir un balón filtrado que le dejaba solo ante Ter Stegen, aunque le llegaba la ayuda de Tsyhankov. El argentino optó por finalizar él mismo la acción y su disparo no cogió portería para la incredulidad de todos los gerundenses. Instantes después fue sustituido por Stuani.
El Girona estaba llevando el partido a su terreno: arrancar un empate contra el Barça a domicilio no es cosa menor, de hecho, es la segunda vez en su historia que lo logra. Los blaugrana empezaban a desesperarse, pero el acierto disminuía en tres cuartos de campo y los gerundenses se sabían todos los trucos de magia de los delanteros culés. Raphinha lo intentaba, pero con la voluntad no le bastaba, Ansu Fati insistía sin premio y Lewandowski continuaba en su particular ostracismo.
Xavi agitaba la delantera dando entrada a Ferran Torres y a Jordi Alba para perforar el carril zurdo con un doble lateral. Con ello llegó una triangulación por parte de la vieja guardia: Busquets combinó con el de L’Hospitalet y de primeras quiso combinar con Lewandowski, pero el muro visitante interceptó esta conexión.
El Barça no bajaba los brazos y trataba de encontrar un resquicio en la poblada defensa del Girona, bien entre líneas, bien con centros laterales. Pero cuando no quiere, no quiere y el balón se negó a cruzar la línea de portería. Ya en el tiempo de descuento, Lewandowski lanzó una moneda al aire con un remate de tacón en el interior del área… y tampoco. El marcador del Spotify Camp Nou se mantuvo estático y hubo reparto de puntos. El Barça visitará el Coliseum Alfonso Pérez para medirse al Getafe en la próxima jornada de Liga, el domingo 16 de abril