El Barcelona encarará su primera semana grande de la temporada hinchado de moral. Nueve victorias en diez jornadas de Liga, en el mejor inicio desde 2017, y una nueva exhibición frente al Sevilla, que al descanso ya había arrojado la toalla en Montjuïc, víctima de un rival multiplicado y ya goleado por 3-0. Al final fue un 5-1, soberbio, que demostró el momento de unos y de otros…
El Barça no para, Flick vive al día (quizá escamado por lo sucedido en Pamplona) y el equipo responde a la perfección. Sabe el entrenador alemán la que se le viene encima, pero mantiene la determinación. Se diría que tiene prácticamente un equipo tipo, de momento, y la respuesta es extraordinaria.
Habrá que ver su gestión con el regreso de Fermín López y Gavi, quienes reaparecieron ante el Sevilla, y el siguiente de Dani Olmo, después del excelente rendimiento de un Casadó que se ha ganado el puesto, la magnificencia de un Pedri desatado y a la espera de saber cuando estará en plenitud Frenkie de Jong.
De momento, la realidad dibuja un Barça desatado, lanzado y que apenas encuentra oposición. Atendiendo y entendiendo que lo sucedido en Pamplona fue un jarro de agua fría, también es verdad que los cambios en el once perjudicaron al equipo… Y la fortuna le dio la espalda cuando por juego no mereció, probablemente, aquella derrota.
El Sevilla fue víctima, otra, de Robert Lewandowski (12 goles en 10 jornadas) y de la ambición sin límite de un Barcelona que encara cada partido con unas ganas fuera de lo común. No puede el rival hacerse con un lugar en el césped porque los hombres de Flick ahogan con una presión extra. Y bajo el embrujo de un Raphinha estelar pasan por encima de cualquiera.
El Bayern Múnich, claro, será otra cosa. Y el Real Madrid también. Se supone que el líder de la Bundesliga (auténtica bestia negra del Barça en Europa) será un rival mucho más serio de lo que fue el Sevilla y que El Clásico será una auténtica prueba de fuego para calibrar las opciones reales de este líder en la Liga.
De momento, 33 goles y nueve victorias en 10 jornadas. El Barça vuela en LaLiga. Y lo hace feliz…