Horas antes de medirse a Polonia en busca de una plaza en el Mundial de Qatar, Gareth Bale quiso despedirse del club y la afición madridista a través de una carta que publicó en sus redes sociales. En la misiva, publicada tanto en inglés como en castellano, el atacante galés agradece a compañeros, directiva y afición su paso por el equipo blanco.
La misiva, que la encabeza un escudo del Real Madrid, dice así:
Escribo este mensaje para agradecer a todos mis compañeros de equipo, pasados y presentes, a mis entrenadores, a todos los trabajadores del club y a afición que me ha apoyado durante todo este tiempo.
«Llegué aquí hace 9 años como un joven que quería hacer realidad mi sueño de jugar en el Real Madrid. Vestir la gloriosa equipación blanca, llevar el escudo en mi pecho, jugar en el Santiago Bernabéu, ganar títulos y ser parte de lo que es tan famoso y alcanzable por tan solo unos pocos, ganar la Champions League.
Ahora puedo mirar atrás, reflexionar y decir con honestidad que este sueño se hizo realidad y mucho, mucho más.
Ser parte de la historia de este club y conseguir todo lo que hemos logrado, juntos en el Real Madrid ha sido una experiencia increíble que jamás olvidaré.
También quiero dar las gracias al Presidente, Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, y la Directiva, por darme la oportunidad de jugar en este club, juntos hemos podido crear momentos que formarán parte de la historia de este club y del fútbol.
Ha sido un honor.
¡Gracias!
¡HALA MADRID!
Gareth Bale llegó en el verano de 2013 al Real Madrid tras pagar algo más de 100 millones al Tottenham por él. El galés, en su primera temporada fue clave para la conquista de la Copa del Rey ante el Barcelona, en el que marcó un golazo tras recorrer casi 60 metros, dejando atrás a Bartra antes de superar a Pinto, y también en la Décima, al rematar de cabeza el segundo gol de los blancos.
Pero poco a poco fue perdiendo protagonismo. Sus lesiones y el irse separando poco a poco de sus compañeros algo que fue alimentando su mala relación con Zidane, que nunca le perdonó un gesto en 2017. Con el Madrid jugándose la Liga y la Champions, el galés le juró y perjuró que estaba disponible para jugar un Clásico, pero a los 39 minutos tuvo que pedir el cambio, algo que irritó al técnico francés. Desde entonces, su trayectoria y su influencia fue disminuyendo. Tras renovar hasta 2022, y viendo sus resultados posteriores, el club no ha hecho ademán por prolongar su contrato.