Arturo Vidal colgó en su cuenta de Instagram un «emoticon» que demuestra enojo o enfado. Y lo hizo sin más comentarios que la imagen de una cara demostrando su disconformidad. Posiblemente el chileno no está de acuerdo con su rol dentro del equipo.
En Wembley entró en el minuto 86 en lugar de Arthur. Calentó durante buena parte de la primera mitad tras el golpe que sufrió Busquets que le hizo recibir asistencias médicas. Finalmente, el medio internacional español pudo seguir y Vidal volvió al banco.
A esto habría que añadir los minutos que jugó ante el PSV en la primera jornada: entró en el minuto 84 ocupando el lugar de Rakitic, cuando el partido marchaba 3-0. En total, suma siete minutos en dos partidos de la máxima competición continental.
En Liga su situación se resume a 164 minutos repartidos en las siete jornadas que se han disputado. Fue titular en los encuentros ante Girona y Athletic, ambos finalizados con empate y en ambos Valverde le cambió antes del minuto 60: en el 55 ante el Girona y en el 58 ante el Athletic.
En la Supercopa de España ante el Sevilla, sólo jugó cuatro minutos, ya que entró por Dembelé en el minuto 86. Y podría ser que Vidal esté reclamando más minutos. Es el decimoquinto jugador más utilizado por Valverde y sólo han jugado menos minutos que él Rafinha, Munir, Denis y Samper.
Y hasta es mucho chilote callate
Tiene mucha razón A. Vidal de molestarse. En cualquiet equipo de futbol del mundo y de cualquier nivel un jugador sólo puede entrar de cambio cuando su compañero se golpeó y no puede seguir jugando. En caso contrario es una OFENSA DEPORTIVA que lo metan a jugar 10, ocho, o tres minutos. Es una decisión irracional por cualquier entrenador.