Cuando luego de una temporada accidentada, el foco del plantel del Barcelona debía estar en el cruce ante Napoli por la vuelta de los octavos de final de la Champions League (pautado para el sábado 8 de agosto), un nuevo escándalo sacude el día a día de la institución. Una de sus figuras volvió a su país, se declaró en rebeldía y tomó la decisión de no reintegrarse a las prácticas en el umbral del objetivo más importante de 2020.
Se trata de Arthur Melo, quien el miércoles de la semana pasada fue visto abordando un avión hacia Brasil. Según informaron Mundo Deportivo y Sport, el mediocampista, de 23 años, les comunicó a las autoridades blaugranas que está de vacaciones y que no tiene intenciones de regresar para jugar la Champions ni para entrenar con el primer equipo.
El club le respondió que no posee un permiso especial y que si no regresa le abrirá un expediente disciplinario, algo que en España dan por descontado. Vale recordar que el ex Gremio de Porto Alegre está vendido a la Juventus, que a su vez transferirá al experimentado volante bosnio Miralem Pjanic (30 años) al elenco culé. Pero la temporada finalizará efectivamente cuando concluyan las competencias internacionales; por ende, tanto el europeo como el sudamericano todavía pueden ser utilizados por los vigentes dueños de sus fichas.
El jugador, por caso, no desea moverse de su posición, según hizo trascender su entorno. Desde el arribo de Quique Setién como entrenador fue perdiendo lugar en el conjunto titular y, aunque no quería mudarse de Catalunya, terminó aceptando ser negociado a la Juventus, que hizo un esfuerzo económico fuerte en cuanto a su contrato.
El cuestionado orientador culé no lo observaría comprometido; de ahí su determinación de prácticamente no utilizarlo. Y el hecho de sentirse relegado llevó a Arthur a tomar la controvertida decisión de declararse en rebeldía.
Más allá de cómo terminará la novela, la ausencia de Arthur representa un problema táctico importante para el Barcelona: para el duelo ante el Napoli en el Camp Nou (la ida terminó en empate 1-1), no podrá contar con Arturo Vidal y Sergio Busquets, ambos suspendidos.
Arthur se incorporó al equipo que capitanea Lionel Messi en 2018: el Barça pagó 31 millones de euros por su ficha luego de haberlo visto destacarse en el Gremio que obtuvo la Copa Libertadores en 2017. Con la camiseta blaugrana acumula 72 partidos y cuatro goles, además de dos títulos (una Liga de España y una Supercopa local). Tuvo momentos de alto nivel, sobre todo en 2018 y 2019, pero luego su rendimiento declinó. Y su despedida del Barcelona se da cargada de polémica.