Arabia Saudí vivió una noche turbulenta en St. James Park, el estadio del Newcastle, club de la propiedad del fondo de inversión del país saudí (PIF). Lo que estaba llamado a ser una fiesta, el debut de Mancini, el estreno en el hogar en el que juega ‘su’ equipo Premier, se convirtió en una pesadilla por la pobre imagen del equipo ante Costa Rica y el posterior cabreo de los dirigentes.
Según Sky Sports, el propio Ministro de Deportes en persona aisló al equipo al término del encuentro (1-3) e impidió que los futbolistas comparecieran ante la prensa. Arabia Saudí, que ha invertido casi 1.000 millones en fichajes para su liga y que sondea presentar una candidatura para los Mundiales de 2030 o, en su caso, 2034, dio una imagen muy pobre ante una selección experimentada y con oficio como la ‘tica’.
A la media hora de partido los centroamericanos ya ganaban con goles de Calvo y Ugalde. Eso hizo que la gente reunida en el estadio, unos 5.000 aficionados, silbara a los saudíes como continuación a las protestas que hubo en los alrededores del estadio antes del encuentro por la gestión en el club de un país que no respeta los derechos humanos.
En el segundo tiempo las cosas mejoraron gracias al gol de Al Bulaihy, pero el 1-3 final, obra de Leal, elevó el enfado saudí en un triste debut de Mancini, flamante y millonario nuevo seleccionador. El martes volverán a jugar como ‘locales’ en St. James Park ante Corea del Sur, una nueva ocasión de comprobar las tirantes relaciones entre el país saudí y la gente de Newcastle.
