Un momento de tensión se vivió durante el segundo set de la final del Abierto de Australia. Fue cuando Rafael Nadal tenía el servicio a su favor y se encontraba con el marcador 5-3 para emparejar el duelo contra el ruso Daniil Medvedev. Si bien las imágenes televisivas intentaron no mostrar la escena, un plano general de la transmisión oficial mostró cuando una espectadora invadió la cancha para acercarse a los protagonistas con una pancarta en referencia a los refugiados.
La sorpresa del español y la pronta reacción del personal de seguridad fueron algunos aspectos que acapararon la atención mundial en el partido que paralizó al tenis internacional. Naturalmente, luego de detener a la fanática el juego continuó sin mayores inconvenientes.
Se trata de un encuentro histórico. Nadal llegó a Australia sin saber cuánto duraría en el torneo luego de meses de inactividad en el circuito para recuperarse de sus lesiones y tras pasar el COVID-19 en diciembre.
El mallorquín conquistó un título en los torneos de preparación y encadena seis triunfos en el primer Grand Slam de la temporada. Y en el país de Oceanía buscó batir el récord de 20 Majors que comparte con Roger Federer y Novak Djokovic para convertirse en el cuarto hombre que gana los cuatro grandes en al menos dos ocasiones.
“Hace unos meses no podía imaginar tener otra oportunidad”, dijo Rafa en la previa del duelo decisivo. “Al final la vida te da este tipo de sorpresas, este tipo de oportunidades y estoy disfrutándolo al máximo”, agregó.
“Ganar 21 Grand Slams o 20 no es una gran diferencia. Si consigo el título obtendré una gran alegría durante un tiempo, pero la felicidad verdadera para mí es volver a ser competitivo y disfrutar del tenis”, explicó la leyenda el deporte mundial.
Su victoria sobre Berrettini — en un partido que tuvo que disputarse con el techo del Rod Laver Arena cerrado por la intensa lluvia — fue la número 500 de su carrera en pista dura. En su palmarés hay solo otro título del Abierto de Australia, el que logró en 2009. “Para mí, lo más importante es el Abierto de Australia”, había dicho en la entrevista para televisión a pie de cancha luego de ganar en las semifinales. “He tenido un poco de mala suerte (aquí) en mi carrera con algunas lesiones. He jugado algunas finales increíbles con buenas oportunidades”, completó.
Rafael Nadal es el único de los llamados Tres Grandes que tuvo opciones de deshacer el empate en Australia este año, dado que Roger Federer no viajó para continuar con su recuperación tras una operación de rodilla, y Novak Djokovic, que ganó nueve de sus Grand Slams en Melbourne Park, fue deportado en la víspera del torneo por incumplir los estrictos requisitos de vacunación contra el COVID-19 del país.