Dos pasantes en la NASA son parte de un grupo más grande que trabaja en «robots blandos», la próxima tecnología que podría usarse para explorar mundos más allá de la Tierra. Esto incluye a la Luna, el próximo destino importante de la NASA para los astronautas y luego Marte.
La ventaja de un robot suave es que es flexible y, de alguna manera, es más capaz de adaptarse a nuevos entornos. Los robots blandos se mueven de manera similar a los organismos vivos, lo que expande su rango de movimiento, tal vez facilitando la compresión en un lugar estrecho, por ejemplo.
Los pasantes Chuck Sullivan y Jack Fitzpatrick están trabajando en el Centro de Investigación Langley de la NASA en Hampton, Virginia, para crear los «actuadores», o componentes de la máquina que controlan las partes móviles de un robot.
«Cuando se activa el robot blando, cambia la forma en que se usan las propiedades del material. Una pieza de goma que va de plana a la forma de un dedo, cambia el material a otra cosa», aseguró Fitzpatrick en una conferencia de prensa virtual.
El diseño está en una etapa temprana y no está listo aún para el espacio, pero los jóvenes ingenieros están tratando de ver cómo estos actuadores podrían usarse en una misión espacial real. Sullivan y Fitzpatrick los construyen imprimiendo en 3D un molde y luego vertiéndolo en silicona u otro tipo de sustancia flexible.
«Por diseño, el actuador tiene cámaras, o cámaras de aire, que se expanden y comprimen en función de la cantidad de aire que contienene.
Actualmente, estos dos internos están operando el diseño a través de una serie de tubos en las cámaras de aire, lo que les permite controlar el movimiento del robot. Al ajustar la cantidad de aire en la cámara del actuador robótico suave, el robot puede flexionarse como un músculo humano», aseguraron los expertos de NASA.
En particular, los científicos están investigando cuatro propiedades clave de los actuadores: movilidad, unión, nivelación y conformación, y cómo usarlos en la exploración espacial. La movilidad se refiere a cómo se mueve el robot blando en su entorno, mientras que la unión se refiere a cómo los robots pueden vincularse (por ejemplo, para hacer un gran refugio temporal).
La nivelación se refiere a cómo los actuadores pueden crear una superficie, como rellenar el espacio debajo de un hábitat lunar, mientras que la conformación examina formas de agregar fuerza a materiales como los protectores contra el polvo.
«Vemos estas cuatro cosas como el quid del problema. Una vez que podamos cumplir con las pruebas de unidades individuales, nos gustaría encontrar maneras de combinarlas, así que tal vez combinemos movilidad y uniones», recalcó Sullivan.
Ambos ingenieros trabajan con el investigador principal e ingeniero informático James Neilan, así como con el investigador coautor e ingeniero de investigación aeroespacial Matt Mahlin, quienes juntos crearon este proyecto interno en el Centro de Investigación Langley de la NASA para examinar qué tan bien funcionarían los robots blandos en el espacio.
Este mes, investigadores y expertos en robótica de todo el país visitarán a Langley para darles a los pasantes comentarios sobre su robótica suave, y los estudiantes continuarán haciendo mejoras durante todo el verano, agregó la NASA.