Investigadores argentinos presentaron a Ingentia Prima, el primer dinosaurio gigante que habitó el planeta hace más de 200 millones de años. Supera tres veces el tamaño de los dinosaurios más grandes del Triásico conocidos hasta ahora. El hallazgo se produjo en el yacimiento de Balde de Leyes, al sudeste de la provincia de San Juan.
Según se describe en un estudio publicado este lunes en la revistaNature Ecology and Evolutiony dado a conocer por la Agencia de Divulgación Científica (CTyS) de la Universidad de La Matanza, la especie es de una antigüedad de entre 237 y 201 millones de años, se encuentra entre los primeros saurópodos gigantes: es cerca de tres veces el tamaño de los dinosaurios más grandes del Triásico.
El periódico argentino Clarín, señala que el estudio estuvo liderado por Cecilia Apaldetti, de la Universidad Nacional de San Juan, en Argentina, en colaboración con los investigadores Ricardo N.Martínez, Ignacio Cerda, Diego Pol y Óscar Alcober. «Apenas lo encontramos, advertimos de que se trataba de algo diferente. Hemos encontrado una forma, la primera en ser gigante, entre todos los dinosaurios. Esa es la novedad», afirmó Apaldetti, que agregó: «Esta especie muestra una estrategia de crecimiento desconocida hasta ahora e indica que el origen del gigantismo se produjo mucho antes de lo que se pensaba».
El Ingentia Prima -que en latín significa la “primera inmensa”- es una especie de dinosaurio 30 millones de años más longevo que sus primos los titanosaurios, un hallazgo que modifica las ideas que se tenían sobre cómo estas criaturas pudieron alcanzar grandes tamaños.
“Antes de este descubrimiento, se consideraba que el gigantismo había surgido durante el período Jurásico, hace 180 millones de años aproximadamente, pero Ingentia prima vivió a fines del Triásico, entre los 210 y 205 millones de años”, precisó la autora principal del estudio que se publicó este lunes en la prestigiosa revista Nature Ecology & Evolution.
La teoría más extendida afirmaba que la adquisición del «cuerpo gigante» se produjo durante el Jurásico y se relacionó con numerosos cambios esqueléticos presentes en la rama de Eusauropoda. Sin embargo, el nuevo hallazgo revela que el primer pulso hacia el gigantismo en los dinosaurios ocurrió más de 30 millones de años antes de la aparición de los primeros saurópodos modernos.
En esta nueva teoría se destacan, como factores fundamentales para esta evolución, una tasa de crecimiento altamente acelerada, un sistema respiratorio mejorado de estilo aviar y modificaciones en la musculatura epaxial vertebral y extremidades posteriores.
Si bien el origen del gigantismo en los saurópodos modernos fue una etapa fundamental en la evolución de los dinosaurios, «un registro fósil incompleto oculta detalles de este crucial cambio», señala el estudio.
«Estas averiguaciones muestran que hay más de una manera de ‘crear’ un dinosaurio gigante y que los icónicos saurópodos cuentan con una larga historia de innovación evolutiva tras ellos», destaca el documento.
Clarín.