“Estoy creando mi cuenta Twttr”, tuiteó el fundador de la plataforma el 21 de marzo de 2006. Ahora, ese tuit, el primero del director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, en la red social está a la venta.
El viernes, Dorsey subió a la red social un enlace del sitio “Valuables”, donde los los internautas pueden hacer una oferta. Las más alta hasta el sábado, de dos millones de dólares, es de Justin Sun, fundador de TRON, una plataforma de blockchain, la tecnología principal usada para las criptomonedas, y propietario del sitio de transmisión BitTorrent.
«El creador de un tuit decide si le gustaría emitirlo en la blockchain para crear una versión única autentificada», explica el sitio de subastas de tuits.
Según el sitio web ‘Valuables by cent’, lo que una persona paga para “poseer un tuit” es un certificado digital del tuit, que es único porque está firmado y verificado por el creador del tuit. Este certificado es emitido una sola vez por el sitio web y está firmado mediante criptografía. La gente puede hacer ofertas sobre cualquier tuit que haya sido publicado desde una cuenta pública de Twitter.
“Poseer cualquier contenido digital puede ser una inversión financiera, tener un valor sentimental y crear una relación entre el coleccionista y el creador”, agrega.
Una vez que una persona ha comprado un tuit, puede revenderlo en el sitio web o exponerlo en su galería online. Los compradores también pueden optar por conservar el tuit en su colección privada. Según Valuables by cent, el 95% del dinero por la compra del tuit va al creador del mismo y el 5% al sitio web. En el caso de las ventas secundarias, el 87,5% es para el vendedor, el 10% para el creador y el 2,5% para el sitio web.
El tuit de Dorsey permanece visible para todos, siempre que el propio autor o Twitter lo mantengan en línea.
Lo mismo sucede con las secuencias de video de los partidos de baloncesto, que siguen siendo visibles de forma gratuita en internet incluso después de haberse convertido en un “NFT”, un “non-fungible token”, o una ficha no fungible: un objeto virtual con identidad, autenticidad y trazabilidad en teoría incontestables e inviolables, gracias a la tecnología conocida como blockchain. “Al igual que un autógrafo en una tarjeta de béisbol, el propio NFT es el autógrafo del creador en el contenido, lo que lo hace escaso, único y valioso”, dicen las preguntas frecuentes en el sitio web.
Un video de diez segundos en el que se ve una acción de la estrella de la NBA LeBron James se vendió por 208.000 dólares en Top Shot a finales de febrero.
Lanzado a principios de octubre por la empresa Dapper Labs, en asociación con la NBA, Top Shot permite comprar y vender estos videoclips, llamados “momentos”, a precios que varían según su rareza. Desde principios de año, Top Shot ha generado más de 200 millones de dólares en transacciones, según un portavoz de Dapper Labs.
Los “NFT” están de moda entre los coleccionistas desde hace unos meses, hasta el punto de que Christie’s subastó, por primera vez a finales de febrero, una obra íntegramente digital vendida gracias a esta tecnología.