Un equipo de científicos de la Universidad del Nordeste en Boston, Massachusetts (EE.UU.), hizo un fascinante descubrimiento al encontrar lo que puede ser «una nueva fase de la materia».
El hallazgo, cuyos resultados fueron publicados en la revista Nanoscale, ocurrió casi accidentalmente cuando los investigadores realizaban experimentos con materiales cristalinos que tienen solo unos pocos átomos de espesor, conocidos como materiales 2D y formados por un patrón repetitivo de átomos.
«Son tan finos que en ellos los electrones solo pueden moverse en dos dimensiones. Apilar estos materiales ultrafinos puede crear efectos inusuales a medida que las capas interactúan a un nivel cuántico», explicaron los científicos.
Los investigadores estaban examinando dos de estos materiales finos en 2D superpuestos como hojas de papel cuando notaron que los electrones interactuaban de manera inusual. Normalmente, estas partículas con carga negativa deben repelerse entre sí, pero en lugar de eso observaron que formaban un patrón estacionario.
«Estoy tentado a decir que es casi como una nueva fase de la materia. Porque es puramente electrónico», dijo Swastik Kar, uno de los autores del estudio, quien también describió el hallazgo como «un conjunto perfectamente repetible de charcos electrónicos puros que reside entre las dos capas».
«Por supuesto, pensamos que algo estaba mal. Esto no podía estar sucediendo», dijo Kar. Sin embargo, después de repetidas pruebas y experimentos los resultados siguieron siendo los mismos: un nuevo patrón en forma de red de puntos cargados que aparecen entre los materiales 2D. Además, ese patrón cambió con la orientación de esas dos capas. La comprensión del fenómeno todavía está en su fase inicial, pero los científicos creen que se debe a una combinación de factores de mecánica y física cuántica.
«Puede impactar el futuro de la electrónica»
Los físicos explican que la capacidad de mover, manipular y almacenar electrones es clave para la gran mayoría de las tecnologías modernas, por lo que el descubrimiento puede tener numerosas posibilidades para el uso tecnológico, el procesamiento de la información e incluso «posee el potencial de impactar el futuro de la electrónica».
«Cuando se descubren tales fenómenos, el límite es solo la imaginación. Podría cambiar la forma en que podemos detectar y comunicar señales. Podría cambiar la forma en que podemos sentir las cosas y el almacenamiento de información, y posibilidades en las que aún no hemos pensado», dijo Kar.
«Lo emocionante en este punto es poder demostrar potencialmente algo que antes la gente nunca había pensado que podía existir a temperatura ambiente. Y ahora, el cielo es el límite en términos de cómo podemos aprovecharlo».
