Las hipótesis más aceptadas sobre la evolución de Marte coinciden en que hace unos 4.000 millones de años el planeta contaba con una atmósfera más densa, así como con un clima templado y fuentes de agua líquida. Estas condiciones, sugiere un equipo francoestadounidense de investigadores, pudieron haber permitido el surgimiento de la vida.
De acuerdo a la Universidad de Arizona, los investigadores simularon un escenario hipotético de un ecosistema marciano emergente con una atmósfera rica en dióxido de carbono (CO2) e hidrógeno, así como con abundante agua líquida.
Para simular esas condiciones propuestas, los investigadores aplicaron modelos que predicen las temperaturas en la superficie y en la corteza para una composición atmosférica determinada. Luego, estos datos fueron combinados con un modelo ecosistémico para predecir si microorganismos metanogénicos, que se alimentan de hidrógeno y producen metano como desecho, hubieran podido sobrevivir en dicho entorno y, de hacerlo, cómo lo habrían afectado a lo largo del tiempo.
¿Marte pudo albergar vida?
Según detallan los investigadores en un artículo publicado en Nature Astronomy, bajo las condiciones simuladas el Marte primitivo habría sido mucho más propicio para el florecimiento de la vida, ya que las altas concentraciones de hidrógeno y CO2 habrían provisto al planeta con un clima cálido y húmedo. Asimismo, los resultados obtenidos sugieren que la abundancia de estos elementos habría proporcionado suficiente energía para los organismos metanogénicos, facultando su proliferación.
«Nuestro estudio muestra que el Marte primitivo subterráneo habría sido muy probablemente habitable para los microbios metanogénicos», apuntó Régis Ferrière, coautor de la publicación, quien hizo hincapié en que no sostienen por ningún motivo la existencia de vida en el Planeta Rojo, sino que únicamente sugieren que esta pudo haber surgido bajo las condiciones hipotetizadas.
«Nuestro objetivo era hacer un modelo de la corteza marciana con su mezcla de roca y agua salada, dejar que los gases de la atmósfera se difundieran en el suelo y ver si los metanógenos podían vivir con eso», comentó el experto. «Y la respuesta es, en general, que sí, que estos microbios podrían haber vivido en la corteza del planeta», agregó.
Sin atmósfera no hay vida
Sin embargo, al ajustar su modelo para el cambio en la composición atmosférica causado por la actividad biológica de estos microbios, descubrieron que, aunque la antigua vida marciana pudo haber prosperado inicialmente, su retroalimentación química a la atmósfera habría desencadenado el descenso de la temperatura del planeta, hasta alcanzar condiciones tan gélidas que harían inhabitable la superficie marciana.
«Según nuestros resultados, la atmósfera de Marte habría cambiado completamente a causa de la actividad biológica y muy rápidamente, en unas decenas o cientos de miles de años», explicó Boris Sauterey. Al eliminar el hidrógeno de la atmósfera, detalla, esta prácticamente habría desaparecido, provocando el enfriamiento acelerado del planeta.
En otras palabras, concluyen los investigadores, de haber existido vida en Marte, particularmente microorganismos metanógenos, estas habrían propiciado un drástico cambio en el clima planetario, hasta crear condiciones inhabitables en la superficie del Planeta Rojo.