El escritor y periodista colombiano, Nobel de Literatura en 1982, situó la prosa hispanoamericana en la vanguardia mundial con la publicación en 1967 de «Cien años de soledad».
Un día como hoy, hace 91 años, nació Gabriel García Márquez, uno de los escritores de mayor envergadura de ese siglo. La gran cantidad de homenajes en forma de doodle que día tras día bracean para hacerse un hueco entre la agenda de actualidad del internauta ha tenido a bien dedicar un espacio al escritor.
Gabriel José García Márquez, quien después se convertiría en Gabo para los amigos y admiradores. Fue el mayor de 11 hermanos, pero en realidad fue el nieto de Tranquilina Iguarán Cotes y el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, los abuelos maternos con quienes se crió desde los 5 hasta los 9 años, una infancia cargada de historias, fábulas e ir al cine y al circo.
El pequeño Gabriel aprendió a escribir a los cinco años en el colegio Montessori de Aracataca gracias a la joven profesora Rosa Elena Fergusson, de quien años después reconoció que se había enamorado y que por eso le gustaba ir al colegio. Fue ella quien le inculcó la puntualidad y el hábito de escribir directamente en las cuartillas, sin borrador.
A los 10 años ya escribía versos humorísticos y a los 13, gracias a una beca, ingresó en el internado del Liceo Nacional de Zipaquirá, donde le cogió pánico al frío. Fue esa infancia llena de aventuras, fábulas e historias contadas por los abuelos y sus tías la que sentaron las bases de su composición más célebre, Cien años de soledad.
En 1955 García Márquez ganó el primer premio en el concurso de la Asociación de Escritores y Artistas. También publicó La hojarasca y un extenso reportaje por entregas, Relato de un náufrago, que fue censurado. La dirección del periódico en el que trabajaba decidió en ese momento enviarlo de corresponsal a Ginebra y luego a Roma, donde aparentemente el papa Pío XII agonizaba. En total, Gabo estuvo tres años fuera de Colombia.
Vivió una larga temporada en París, y recorrió Polonia y Hungría, la República Democrática Alemana, Checoslovaquia y la Unión Soviética. Continuó como corresponsal de El Espectador, aunque en condiciones cada vez más precarias y, aunque escribió dos novelas, El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora, vivía esperando el envío mensual de su periódico, pero que cada vez se retrasaba más.
En 1967 apareció el resultado: Cien años de soledad, en la que Márquez edifica y dota de vida al pueblo mítico de Macondo y a la legendaria estirpe de los Buendía: un territorio imaginario donde lo inverosímil y mágico no es menos real que lo cotidiano y lógico. Así es como se describe el postulado básico de lo que después sería conocido como realismo mágico y que constituye una síntesis novelada de la historia de las tierras latinoamericanas que, en el fondo, es también la parábola de cualquier civilización, de su nacimiento a su ocaso.
Gabriel García Márquez falleció el 17 de abril de 2014 en Ciudad de México tras una recaída en el cáncer linfático que padecía desde 1999. El mundo entero lloró la desaparición del mago de las palabras cuyas descripciones eran pura poesía sin haber escrito apenas versos en su vida.