El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, insistió ayer en su anuncio de junio y remarcó que los restos del dictador Francisco Franco se sacarán del mausoleo del Valle de los Caídos “en un breve espacio de tiempo”, aunque no confirmó la fecha exacta. La exhumación del cuerpo de Franco fue una de las primeras promesas del mandatario socialista tras tomar posesión de su cargo el pasado 2 de junio. El dictador fue enterrado tras su muerte, en 1975, en un lugar central de la basílica del Valle de los Caídos.
“Ninguna democracia puede permitirse monumentos que ensalcen una dictadura. La nuestra, tampoco”, dijo ayer Sánchez en el Congreso de los Diputados durante la exposición de su programa de Gobierno.
Según explicó en la Cámara Baja española, la intención de su gabinete de sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos “es firme” y se materializará “en un breve espacio de tiempo”, “a falta de dar unos últimos retoques al instrumento que lo hará posible”. En un primer momento, Sánchez sugirió que los restos del dictador se exhumarían en julio, aunque su Gobierno reconoció las dificultades para hacerlo en ese plazo.
El Valle de los Caídos fue concebido por Franco tras la guerra civil española (1936-1939) como un enorme mausoleo y fue levantado con el trabajo de presos republicanos. Más de 33.000 muertos en la contienda (de ambos bandos) están enterrados allí. Sánchez quiere convertir ahora el lugar, a unos 60 km de Madrid, en un monumento a la reconciliación.
Además, Sánchez presentó ante el Congreso medidas de impacto en la sociedad, como el rechazo a la amnistía fiscal o la actualización de la pensiones conforme a la inflación.
Sánchez llegó al Gobierno tras el triunfo de una moción de censura contra el anterior jefe del Ejecutivo Mariano Rajoy. El mandatario que prometió hacer públicos los nombres de las personas que se acogieron a la amnistía fiscal del anterior ejecutivo, medida que calificó de “ilegal e injusta”, reconoció la imposibilidad de publicarlos, pero anunció un nuevo proyecto de ley que prohibirá más amnistías. “No podemos modificar un pasado ya sentenciado”.
Madrid. Clarín, DPA y EFEe