La Asamblea Legislativa aprobó declarar Capital de la República de El Salvador por un día a la ciudad de Santa Ana, en ocasión de conmemorarse el próximo 26 de julio los 450 años de su fundación.
Esta distinción se entrega con base al artículo 131 de la Constitución, ordinal 22°, que establece que es facultad de este Órgano de Gobierno otorgar distinciones honorificas y gratificaciones a personas y poblaciones compatibles con la forma de gobierno.
Según el dictamen correspondiente, Santa Ana posee una historia arqueológica con registros que datan desde el período preclásico. Fue fundada como ciudad alrededor de los siglos V o VI por los mayas para luego ser ocupada por los nahuas, estos últimos le dieron el nombre de Sihuatehuacán (lugar de sacerdotisas, según su traducción del idioma náhuat).
El nombre de la ciudad de Santa Ana tiene su origen en el hecho de que fue un 26 de julio de 1569 cuando llega a Sihuatehuacán el obispo guatemalteco Bernardino Villalpando para fundar en ella una diócesis y su respectiva parroquia. Con su llegada se construye una ermita o parroquia provisional dedicada a “Señora Santa Ana” en el mismo lugar donde años más tarde se construiría la actual Catedral, consagrando la población a dicha patrona, a partir de entonces el nombre del poblado sería Santa Ana.
En la época dorada del café, a principios del siglo XX, esta cabecera departamental fue la urbe más rica del país generando desarrollo económico para toda la nación
En lo referente al patrimonio cultural, Santa Ana tiene una arquitectura antigua representa por el teatro, la Catedral y la alcaldía municipal, declarados monumentos nacionales.