Un migrante salvadoreño de 43 años que había cruzado hacia Estados Unidos con su hija murió en un hospital tras desmayarse en una estación fronteriza, indicaron las autoridades estadounidenses.
El hombre había estado detenido alrededor de una semana en el centro principal de procesamiento en el Valle del Río Grande en McAllen, Texas y tenía problemas de salud, según el reporte policial.
La hija continuaba en custodia de la Patrulla Fronteriza, pero las autoridades han solicitado su traslado expedito a un albergue bajo control de la agencia que se ocupa de los menores que cruzan solos la frontera, según el agente, quien dijo desconocer la edad de la niña.
La menor permanecerá en el albergue hasta ser entregada a un patrocinador, aunque ese proceso podría tardar semanas, dijo una fuente aunque no dio más detalles «por no estar autorizado para ello».
Una investigación sobre esa muerte está en marcha y tanto el Congreso como el inspector general del Departamento de Seguridad nacional, el organismo que supervisa a las agencias fronterizas, han sido notificados, según un comunicado. El deceso también fue comunicado al gobierno de El Salvador.
La instalación registra hacinamiento, al igual que la mayoría de las estaciones de la Patrulla Fronteriza a lo largo de la demarcación limítrofe de Estados Unidos con México.
Las estaciones fronterizas generalmente tienen capacidad para unas 4.000 personas pero más de 15.000 se encuentran detenidas. Los activistas y abogados han censurado las condiciones fétidas y sucias que persisten al interior de las estaciones, que fueron diseñadas para retener a las personas únicamente de manera temporal.
Aun con un procesamiento expedito, se desconoce cuánto tiempo permanecerá la menor en la instalación en McAllen. Adolescentes y niños deben permanecer sólo 72 horas detenidos, pero debido a las demoras de gran escala en el sistema, quedan en esa condición varios días o semanas.
Por lo menos otros dos adultos y cinco menores han muerto bajo custodia desde diciembre, entre ellos un adolescente que falleció de gripe y que había estado el mes pasado en el centro principal de procesamiento en McAllen. Más de dos decenas más tenían gripe durante un brote ocurrido en la instalación en mayo hasta que el lugar fue cerrado y desinfectado.
Para contribuir al cuidado de los migrantes detenidos, el Congreso ha enviado al presidente Donald Trump un paquete de asistencia por 4.600 millones de dólares. Funcionarios del gobierno dicen esperar para el mes de junio una baja de 25% en el número de migrantes que cruzan la frontera.