La justicia estadounidense encontró culpable a Keith Raniere, líder de la secta sexual NXIVM, por los cargos de tráfico sexual y lavado de dinero.
NXIVM era una supuesta secta de autoayuda, pero luego de varios testigos, se ha establecido que era una agrupación secreta de «esclavos sexuales”.
El jurado en el juicio de Keith Raniere no tardó ni cuatro horas en llegar a un veredicto únanime: declaró culpable al líder de la empresa NXIVM de todos los cargos de los que acusan.
El fundador de NXIVM lleva en prisión desde su arresto en marzo de 2018; está acusado de una batería de delitos, entre ellos tráfico sexual, con adultos y menores; posesión de pornografía infantil; explotación sexual de un menor y chantaje, por los que podría enfrentarse a un máximo de cadena perpetua si es condenado.
Las esclavas sexuales de Raniere eran marcadas con un cautín en un área lateral del vientre con un logotipo formado con las iniciales del fundador del grupo.
Dentro del caso se conoció que en México operó una filial del grupo NXIVM, de cuyo consejo directivo formaba parte Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Luego de que el interrogatorio a los testigos culminó la semana pasada, la fiscalía y la defensa esgrimieron este lunes sus argumentos finales en la Corte federal del Distrito Este de Nueva York en pro y en contra del acusado, fundador de la empresa que generaba cursos de autoayuda, pero que escondía detrás un grupo sexual para beneficio de Raniere.
NXIVM fue fundada para la impartición de cursos de superación personal, dirigidos a integrantes de sectores acomodados de la sociedad, con un estimado de 16 mil participantes que pagaron miles de dólares por sus sesiones.