Las elecciones al Parlamento Europeo de este domingo 26 de mayo supusieron el fin del bipartidismo en las instituciones de la Unión Europea (UE) que se repartían el Partido Popular Europeo (PPE, derecha) y los socialdemócratas del PSE.
Las fuerzas ecologistas crecieron con fuerza mientras que la leve progresión de los euroescépticos no hizo peligrar la mayoría proeuropea, según las proyecciones. El PPE se impuso como primera fuerza de la Eurocámara y lograría 178 escaños de 751, seguido de socialdemócratas con 152, liberales con 108 y ecologistas con 67.
Los tres grupos euroescépticos, ya sean ultraderechistas o conservadores, reunirían en su conjunto 169 eurodiputados.
La fuerza de derecha PPE perdió 38 de los escaños que tenía al final de la legislatura y los socialistas caen 33, por lo que necesitarían apoyarse en liberales (+39) o ecologistas (+15) para lograr una mayoría y repartirse los altos cargos del bloque. En el sector euroescéptico, Europa de las Naciones y las Libertades, a la que pertenecen los partidos ultraderechistas del italiano Matteo Salvini y la francesa Marine Le Pen, progresaría de los 36 eurodiputados a los 55.
La Europa de la Libertad y de la Democracia Directa, donde está el ultranacionalista Nigel Farage, progresaría 11 escaños hasta los 53, mientras que los Conservadores y Reformistas Europeos, donde están los ‘tories’ británicos, perdería 16 escaños hasta los 61.
La izquierda radical por su parte perdería 13 escaños hasta los 39. Si bien el PPE es el partido que obtuvo más escaños, los vencedores simbólicos de la jornada electoral fueron sin lugar a dudas los ecologistas, quienes registraron un histórico avance en los grandes países de la UE.
En estos últimos comicios la situación de emergencia climática se instaló como tema crucial para muchos, en especial la población jóven.
En Alemania, el país que más diputados aporta a la Cámara, los verdes consiguieron el 21% de los votos, el doble que hace cinco años.
En Francia los ecologistas dieron la sorpresa al convertirse en la tercera fuerza, con un 12% de los sufragios, mientras en Austria, Irlanda, Holanda o en los países de Escandinavia se instalaron por encima o muy cerca del 10%.
Con estos resultados, los verdes junto con los liberales podrían aportar los escaños claves para nombrar los miembros de la Comisión Europea y a su presidente.
Eso sería algo inédito en el Parlamento Europeo donde hasta ahora derecha moderada y socialdemócratas reunían cada vez entre ambos al menos la mitad más uno de escaños y se aliaban para designar los cargos.
En cuanto a la ola euroescéptica, no llegó a varios países del continente o resultó menos poderosa de lo previsto. En lugares como España, Portugal, Irlanda, Holanda, Dinamarca o los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) la UE es sinónimo de libertad y prosperidad