La misionera española Blanca Inés Sancho Lope, de 77 años y perteneciente a la congregación francesa de les Filles de Jesus de Massac (Hijas de Jesús), fue decapitada el pasado domingo en la aldea de Nola, diócesis de Berberati, en República Centroafricana.
Fuentes diplomáticas españolas han confirmado este miércoles que «la embajada de España en Yaundé (que cubre también la República Centroafricana ) fue informada este martes (21 de mayo) por la Cónsul Honoraria en Bangui del asesinato el pasado domingo en Nola (al suroeste de la República Centroafricana) de una religiosa española perteneciente a la Congregación de las Hijas de Jesús de Massac».
Según las mismas fuentes, la embajada ha estado en contacto con el Nuncio en Bangui y con el Obispo auxiliar de Bangassou quienes confirman que «la religiosa española fue encontrada asesinada en la tarde del domingo en el convento de su congregación. Por el momento, se desconoce tanto a los autores del asesinato como el motivo». Otras fuentes han señalado que el cuerpo sin vida de la misionera burgalesa fue hallado «horriblemente mutilado» el lunes en la habitación donde enseñaba costura en esta aldea cercana a la frontera con Camerún, según informa L’Osservatore Romano.
La embajada mantiene el contacto con las misión de Naciones Unidas en la República Centroafricana ( MINUSCA) con el fin de hacer un seguimiento de la investigación.
Monseñor Juan José Aguirre, titular de la diócesis de Bangassou desde el año 2000, ha explicado que «personas indeseables» entraron en la habitación de la misionera, «la sacaron de la cama» y el lunes «la descubrieron casi decapitada». «No se sabe por qué. Este martes ya ha sido enterrada», ha relatado en declaraciones a la Cadena Cope.
La misionera, que también tiene nacionalidad francesa, llevaba 26 años trabajando en el país. «Se fue muy joven a Francia e ingreso en la congregación Hijas de Jesus de Massac donde profesó», cuenta el el Delegado Diocesano de misiones de Brugos, Ramón Delgado, que estuvo allí hace un par de años con la intención de instalar una misión en la zona.
«La República Centroafricana tiene la misma extensión que la península ibérica, pero con solo millones de habitantes, pero es un vergel: tiene diamantes, oro, petróleo, madera, fruta, café… es un país con muchas y ricas materias primas que explotan importantes compañías extranjeras», cuenta. «Hay ente 14 y 18 grupos armados que campan a sus anchas, que tienen más armas que el propio Estado que no tiene ejército, y ahora son las fuerzas de la ONU las que tratan de mantener el orden, pero no pueden impedir los constantes ataques que sufren pequeñas poblaciones».