Iker Casillas ha recibido el alta médica y abandonó este lunes el Hospital CUF Porto, en el que fue ingresado el miércoles de la pasada semana tras sufrir un infarto durante un entrenamiento del Oporto.
“Hay que estar agradecido porque he tenido mucha suerte. Hay que sacar una sonrisa en estos momentos. Me emociono por tantas muestras de cariño”, explicó Casillas a la puerta de la clínica. Asimismo, el portero expresó su agradecimiento “a los médicos y a las miles de muestras que he recibido en las redes sociales y en el ámbito del fútbol”. Tiene pensado guardar reposo “durante un par de semanas o un par de meses”. “Estoy bien, un poco emocionado, pero lo puedo contar y lo podéis ver”, comentó.
“No sé lo que será el futuro, por si acaso alguien me pregunta. Lo importante es estar aquí y poder contar cómo estoy. Gracias por la espera y nos vemos pronto”, dijo el exjugador del Real Madrid.
Casillas, de 37 años, fue ingresado de urgencia el pasado miércoles después de haber sufrido un infarto agudo de miocardio durante el entrenamiento de su equipo en el Centro de Entrenamiento y Formación Deportiva PortoGaia, en el Olival. La sesión de trabajo fue interrumpida y el mostoleño fue ingresado en el Hospital CUF Porto, donde fue sometido a un cateterismo.
Ese mismo día, el exguardameta del Real Madrid mandó un mensaje de tranquilidad desde el centro hospitalario. “Todo controlado por aquí. Un susto grande, pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño”, escribió entonces en su cuenta de Twitter.
El guardameta, que salió de cuidados intensivos el pasado viernes, evolucionó favorablemente y este lunes ha abandonado el centro sanitario, como había adelantado su esposa, Sara Carbonero.
Imagen de RT