La verdadera China

La historia que conocemos en El Salvador sobre China esta un poco distorsionada, quizá por aquellas películas que transmitía hace décadas la televisión local, donde los chinos aparecían lentos y nada puede estar mas lejos de la realidad: China es una potencia, la segunda del mundo (después de Estados Unidos), es moderna, pujante, gigantesca, es -sin exagerar- una mirada hacia el futuro de la humanidad.

La decisión de abrir relaciones con la República Popular China tiene una sola interrogante: ¿Por qué tan tarde?

La respuesta la dio el director de Información de la Oficina para Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de la República Popular China, Ma Xiaoguang, a un grupo de periodistas salvadoreños, que representan a medios como Diario La Pagina de Grupo Orbita, Canal 21 de Grupo Megavision, El Diario de Hoy , Genteve Canal 29, Canal TVX, Radio YSKL, Radio YSUCA, Canal 10 y Diario Co Latino entre otros. Todas estas empresas mediáticas e inclusive una delegación del tanque de pensamiento FUSADES, fueron invitados por el gobierno chino a conocer este país.

Ma Xiaoguang, afirma que «Muchos de los 17 países que todavía tienen las supuestas relaciones diplomáticas con Taiwán ya no quieren vincular su futuro con un barco que se está hundiendo».

En contexto, señaló que entre 2006 y 2016 estuvo en el poder en la provincia de Taiwán el Partido Nacionalista de China, quien estaba a favor de la reunificación de la nación china, por lo que, de alguna manera, en esta etapa, el ambiente diplomático se mantuvo estable.

Actualmente, son 178 naciones en el mundo -las más recientes alianzas han sido las de República Dominicana y El Salvador-, las que apoyan la resolución de la ONU sobre el principio de una China, y define a Taiwán como un territorio inalienable al territorio chino.

La embajadora Lu Yuqin, representante especial del gobierno chino para Asuntos de América Latina, explicó que desde 2016 el Partido Democracia y Progreso asumió el gobierno de la provincia de Taiwán, el cual ha mantenido una actitud separatista, una posición contraria a la aspiración china de reunificar a la nación.

«Queremos tener todo el apoyo y ayuda de nuestros amigos para la causa y la reunificación de la patria. El Salvador y sus relaciones diplomáticas con la República Popular China es un apoyo a nuestra causa de reunificación de la patria», dijo la Embajadora. Este análisis explica el porqué de los motivos de China: su propio proceso político, pacífico y paciente de reunificación.

China y El Salvador no se pueden comparar, todo lo que tiene El Salvador, China lo tienen elevado a la inimaginable potencia. Y hay cosas aquí que un salvadoreño promedio ni se imagina que existen. Entonces, en esta relación, China obtiene nuestro respaldo como aliado diplomático en su proceso histórico de reunificación y El Salvador un océano de oportunidades: en lo político: hay mucho que aprender de la gobernanza china, en la cooperación: es una oportunidad contar con aliados capaces de elevar supremamente las competencias de nuestros estudiantes becarios y llevar nuestras industrias al siguiente nivel y en el comercio: la más pujante de las economías, con 1400 millones de habitantes/consumidores.

En Panamá, con menos de dos años en las relaciones, China ya decidió construir un tren rápido que viajará entre Panamá City y la frontera con Costa Rica, país que fue el primero en Centroamérica en abrir relaciones con la gigantesca China.

El gobierno salvadoreño ya tenía su ruta trazada con China, en 2015 retiró la reserva contra esta nación que se mantenía ante la OMC, lo que permitió que el azúcar salvadoreña llegara a China.

El encargado de una gigantesca empresa de azúcar de Zhangzhou, Zhan Gang, dijo a los periodistas salvadoreños que en su bodega ya mantiene de forma constante unas 50 mil toneladas métricas de azúcar salvadoreña, la cual se refina y llega al mercado chino.

Buen precio y calidad, son las condiciones que este empresario mencionó para multiplicar las compras del azúcar de El Salvador. Aquí no importan los conflictos domésticos, o los argumentos contra la denuncia del TLC con Taiwán, operan las leyes del mercado, y aunque no lo digan por ahora públicamente, algunos empresarios salvadoreños han aprendido a navegar en estas aguas, sin tapujos y sin nimiedades.

Lo cierto es que, de quererlo, tan solo un par de empresas Chinas tienen la capacidad operativa para comprar todo el azúcar o el café de El Salvador.

La realidad de China y su provincia, Taiwán, está muy lejos de lo que en El Salvador la gente se imagina. El comercio es fluido, jóvenes artistas taiwaneses de primer nivel diseñan productos y prendas para los más exigentes mercados, China apoya a los agricultores de Taiwán a vender alimentos en el continente. Para las autoridades de China Popular, Taiwán es China y China es Taiwán.

El comentario mas recurrente entre la delegación de periodistas salvadoreños, es que la opción tomada por el gobierno salvadoreño fue correcta, fue en tiempo y sobre todo pensando en el futuro. El Salvador con su decisión diplomática, tomó distancia de la disputa separatista taiwanesa que se queda poco a poco sin aliados, y se montó en la nave del futuro, imitando a países como el mismo Estados Unidos que desde hace varias décadas vio en la China milenaria, la vanguardia del desarrollo del mundo.

Los chinos calculan que, aunque ese no es su objetivo, si siguen en este proceso de crecimiento acelerado en un par de lustros serán la primera potencia económica del mundo.

El pueblo chino es trabajador, paciente y piensa en el futuro, por ejemplo, «ahorramos mucho, China tiene una de las mayores tasas de ahorro del mundo, pensamos en nuestros hijos» , dijo Huang Kunyu, consejero político de la embajada china en San Salvador.

Explicó, además, sobre las zonas económicas especiales, como Hong Kong (invadida en el pasado por los ingleses) y Macao, donde subsiste un sistema de facilidades para el comercio y las finanzas internacionales.

O como en el caso de Taiwán, que de lograrse la reunificación se aplicaría un lema que enarbolan con un ideario de color rojo en la playa de la ciudad de Xiamen: «China, un país dos sistemas» , en referencia al socialismo con las peculiaridades chinas, que administra a la parte continental desde hace 70 años y ha alcanzado este grado de desarrollo, y al capitalismo que seguiría, no obstante la reunificación, en la isla de Formosa.

Se sabe que en menos de un año, en enero de 2020, son las elecciones en Taiwán y es muy probable que el partido separatista pierda, con lo que se podría zanjar el camino a la reunificación, la cual estaría más cerca de lo que la humanidad lo espera.

Uno de los primeros retos del nuevo gobierno de El Salvador, será decidir sobre la continuidad de las nuevas relaciones diplomáticas con China. Sin duda se debe considerar la lección de Nicaragua, país que en el marco del triunfo del sandinismo abrió relaciones con China, pero luego del ascenso de la derecha en los 90s las retiró. Al volver el Presidente Daniel Ortega al poder trató de reabrirlas, pero las puertas de China ya estaban cerradas para Nicaragua.

Al explicar esta situación y ante la cara atónita de un grupo de periodistas salvadoreños, la embajadora de China en San Salvador, Ou Jianhong, dijo: «lo que sucede es que el pueblo chino tiene dignidad».