Varios cientos de migrantes hondureños, muchos de ellos con niños, partieron el miércoles en caravana hacia la frontera con Guatemala, con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
«Hay más de 800, cerca de mil» personas reunidas, dijo un oficial de policía. La Cruz Roja también estimó en más de 800 los migrantes, algunos de los cuales comenzaban incluso a partir apiñados en microbuses.
La caravana, convocada a través de redes sociales, sorprendió a las autoridades que, junto a algunos expertos, esperaban que la nueva convocatoria fuera desatendida por los migrantes, como ya había ocurrido varias veces desde febrero.
Algunos de los que se concentraron en la estación de autobuses de San Pedro Sula dijeron que no pueden mantener a sus familias con lo que ganan en Honduras y buscan mejores oportunidades. La mayoría abordó autobuses hacia la frontera con Guatemala antes del amanecer. Otros echaron a andar bajo la lluvia, con sus hijos en cochecitos o en brazos.
Desde el 13 de octubre, cuando salió la primera con unas 2 mil personas, han partido al menos tres caravanas más, con migrantes que huyen del desempleo, la falta de oportunidades y del terror que siembran las pandillas y los narcotraficantes.
La avalancha humana a la que se sumaron salvadoreños, guatemaltecos y mexicanos ha irritado al presidente estadunidense, Donald Trump, quien incluso desplazó efectivos militares para bloquearles el paso en la frontera sur con México.
El nuevo movimiento migratorio se produce cuando Trump busca endurecer la política de migración y en el número de detenciones de migrantes está en fuerte alza en la frontera con México.
Ni sean malcriados con los mejicanos, ni con los chapines, si no regrezaran verguiados.