En toda la red penitenciaria del país están funcionando 25 clínicas y más de 200 profesionales de la salud para atender a los reclusos.
Aproximadamente 800 privados de libertad, con diagnóstico de enfermedades crónicas, terminales y degenerativas, están siendo atendidos en el Centro de Salud para privados de libertad en la Penal Occidental en Santa Ana.
El sistema penitenciario ha invertido en salud un aproximado de $1, 073,977.29, que abarca medicamentos e insumos. Además, la Dirección de Centros Penales (DGCP) informó que han recibido donaciones de medicamentos, equipo médico de laboratorio, alimentación especial y asignación de uniformes para los enfermos.
Con estas iniciativas, la DGCP está dando cumplimiento al artículo 80 de la Ley Penitenciaria que mandata instalar centros especiales, destinados para la atención y tratamiento de la salud física y mental de los internos.
En toda la red penitenciaria están funcionando 25 clínicas y más de 200 profesionales de la salud.
Asimismo, la institución a través de la Unidad Médica Odontológica, está implementando estrategias como: gestión con instituciones nacionales e internacionales para la adquisición de equipo moderno para un diagnóstico oportuno de las enfermedades, mayor inversión en compra de medicamentos para atacar enfermedades de interés epidemiológico y diseño e implementación de planes de abordaje a la problemática de salud de una manera integral para curación y recuperación de privados de libertad que lo ameriten.
De igual forma se realizan brigadas médicas y campañas de limpieza permanentemente en los centros penales y se mantiene el plan nacional en contra de la tuberculosis con la Unidad de Tuberculosis del Ministerio de Salud, quienes a través de las unidades de salud locales administran los tratamientos.
La infraestructura en el Centro de Salud está debidamente equipada para la atención de la población reclusa.#ModeloYoCambiopic.twitter.com/zdepLac0Ol
— Centros Penales DGCP (@Comunica_DGCP)9 de abril de 2018