Novak Djokovic (número 1 del ranking ATP) quedó a un partido de ser el máximo ganador en la historia del Abierto de Australia: derrotó en semifinales al francés Lucas Pouille y jugará la final con Rafael Nadal (2°) este domingo.
El serbio (31 años) se impuso con facilidad en tres sets (6-0, 6-2 y 6-2) y buscará repetir el triunfo contra el español como en la edición de 2012. «Espero que el final sea el mismo para mí», expresó en referencia al adversario al que consideró el más grande de su carrera.
Son seis los títulos que conquistó Nole en este Grand Slam: 2008, 2011, 2012, 2013, 2015 y 2016. La misma cantidad de trofeos en sus vitrinas tienen el suizo Roger Federer y el australiano Roy Emerson, por lo tanto si derrota a Nadal (32), quedará como único líder en la tabla histórica.
Por otra parte, sería su decimoquinto Grand Slam, teniendo en cuenta que también obtuvo 4 Wimbledon (2011, 2014, 2015 y 2018), 3 Abierto de Estados Unidos (2011, 2015 y 2018) y un Roland Garros (2016).
Las estadísticas dicen que el nacido en Belgrado lidera el historial ante el mallorquín por 27 a 25, a la vez que tiene diferencia a favor de 14 a 10 en finales.
Después del tenis, Djokovic enfrentó el micrófono. Reveló la charla íntima previa que tuvo con su hijo -quien se perdió el partido por acudir al preescolar- y dejó una lección: «Hablé con él 45 minutos antes del partido, me contaba de Spiderman. Actuaba como un pez en el acuario, hacía varias cosas. Obviamente me deseó suerte y me dijo ‘asegúrate de ganar’. La verdad que es una bendición la paternidad, es lo mejor que me pasó en la vida. Obviamente con mi esposa, estamos juntos hace 15 años y ahora somos padres de dos ángeles. Para mí de esto se trata la vida», detalló el serbio.