A 12 años del Mundial 2030, Evo Morales, presidente de Bolivia, pidió en la cumbre del Mercosur que la nación que preside sea tenida en cuenta como sede del certamen, junto con Argentina, Uruguay y Paraguay.
«Digo con mucho respeto que quisiéramos acompañar también con dos o tres departamentos como Subsedes'», sostuvo el presidente, quien remarcó que «va a ser difícil» que un país pueda organizar el certamen en soledad, ya que para entonces habrá 48 naciones disputando el trofeo.
Hasta el momento, los que presentaron el proyecto fueron Argentina, Uruguay y Paraguay, aunque en este tiempo Perú y Chile también habían barajado la posibilidad de sumar algún estadio para ser parte del proyecto.
Entre los competidores de los países sudamericanos se encuentran Inglaterra, China y el binomio España-Portugal. La estrategia de la nación británica se centrará en descalificar la candidatura tripartita al considerar que América ya organizará el Mundial 2026. Será una candidatura conjunta entre Canadá, Estados Unidos y México, que ya fue votada durante el Congreso de la FIFA en Rusia 2018.
Pero la embestida de Inglaterra no frenará los planes sudamericanos, puesto que la FIFA dio a entender que la CONCACAF (Confederación del Norte, Centro y del Caribe) y la Conmebol (Confederación Sudamericana) son organizaciones completamente distintas.
En marzo de este año, una comitiva de los tres países sudamericanos viajó a España para anunciar la candidatura. «Los fundamentos son claros: se cierra un ciclo, una centuria y esto es lo que nos ha motivado a los tres países a ofrecernos al mundo futbolístico para que los 100 años de los mundiales se festejen donde empezó la historia», había anunciado desde la embajada de Argentina en Madrid, el entonces ministro de Turismo, Gustavo Santos.