San Salvador luce cada día más renovado. El Centro Histórico de la capital salvadoreña ha recuperado su esplendor gracias a la transformación integral del Corredor Urbano Rubén Darío, una obra ejecutada por la Dirección de Obras Municipales (DOM) que ha modernizado dos kilómetros de vialidad, desde el Palacio Nacional hasta el Parque Cuscatlán.
El proyecto, que abarca calles, aceras, ciclovías y sistemas subterráneos, ha convertido una zona antes caótica y deteriorada en un entorno seguro, ordenado y acogedor. Hoy, el corazón de San Salvador deslumbra con aceras accesibles, cableado subterráneo, iluminación moderna, paisajismo y mobiliario urbano, consolidándose como un referente urbano y turístico.

La obra se ejecutó en dos tramos: el primero desde el Palacio Nacional hasta el Parque Simón Bolívar, y el segundo desde ese punto hasta el Parque Cuscatlán. En total, se intervinieron más de 27 kilómetros de cableado subterráneo y 30 kilómetros de tuberías para agua potable y alcantarillado, además de instalar 361 pozos de registro para electricidad y telecomunicaciones. La iluminación también fue completamente renovada con más de 200 luminarias tipo bolardo, 18 tipo cobra y 400 ojos de buey, todo en armonía con la arquitectura del lugar.
El corredor incluye más de dos kilómetros de ciclovía, amplias zonas peatonales y un diseño que promueve la convivencia y el desarrollo económico local. Durante su ejecución se generaron más de 180 empleos, contribuyendo al bienestar de las familias salvadoreñas.
Esta transformación forma parte del proceso de revitalización del Centro Histórico de San Salvador, iniciado por el presidente Nayib Bukele cuando fue alcalde capitalino y continuado durante su actual administración. Junto a la Plaza Universitaria y el Mercado San Miguelito, el Corredor Urbano Rubén Darío representa un ejemplo de eficiencia en la gestión pública y demuestra, como reza el lema institucional, que “el dinero alcanza cuando nadie roba”.















