El presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping sostuvieron este jueves una reunión en una base aérea de la ciudad portuaria de Busan, Corea del Sur, con el propósito de discutir una posible tregua en la prolongada guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
El encuentro marca la primera reunión entre ambos mandatarios desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero y cierra su gira relámpago por Asia, que incluyó avances en materia comercial con Corea del Sur. “Vamos a tener una reunión muy exitosa, no me cabe duda. Pero es un negociador muy duro”, expresó Trump al estrechar la mano de Xi antes de iniciar las conversaciones, en las que también sugirió que ambos podrían firmar un acuerdo este mismo jueves.
Durante la sesión, Xi Jinping reconoció que las fricciones entre Estados Unidos y China son naturales, pero destacó los progresos alcanzados por sus equipos económicos en los últimos días. “Nuestros dos equipos económicos y comerciales alcanzaron un consenso básico para abordar nuestras principales preocupaciones y lograron avances alentadores… Estoy dispuesto a seguir trabajando con ustedes para construir una base sólida para las relaciones entre China y Estados Unidos”, afirmó el mandatario chino, a través de un traductor.
Aunque el tono del encuentro fue cordial y cargado de optimismo, los analistas advierten que la competencia económica y geopolítica entre ambas potencias mantiene un trasfondo de desconfianza mutua, propio de una “nueva Guerra Fría”. Por ello, persisten las dudas sobre la durabilidad de cualquier acuerdo que pueda surgir de esta cita en Busan, considerada clave para el futuro de las relaciones comerciales globales.






