Las fuerzas de seguridad de Guatemala detuvieron este sábado a 23 policías penitenciarios tras la fuga de 20 cabecillas de la pandilla Barrio 18 de la cárcel Fraijanes II, cercana a la capital. La fiscalía informó que todos los detenidos están acusados de “cooperación para la evasión e incumplimiento de deberes”.
El gobierno del presidente Bernardo Arévalo reportó el 12 de octubre que los pandilleros, declarados organización terrorista por Estados Unidos, El Salvador y Guatemala, se habían escapado en circunstancias aún no esclarecidas. La fuga ha generado una crisis de seguridad que llevó al mandatario a relevar a su cúpula de seguridad. Hasta el momento, solo cuatro de los cabecillas fugados han sido recapturados.
El nuevo ministro del Interior, Marco Antonio Villeda, solicitó apoyo a Estados Unidos para que expertos del FBI colaboren en la recaptura de los 16 pandilleros restantes. Mientras tanto, socorristas hallaron el viernes ocho cadáveres envueltos en bolsas plásticas bajo un puente en un poblado cercano a la capital, aunque las autoridades no han confirmado si el múltiple crimen está relacionado con las pandillas.
Según cifras oficiales, Guatemala cerró 2024 con una tasa de homicidios de 16,1 por cada 100.000 habitantes, más del doble del promedio mundial.






