“Es muy hermosa esa estatua. Barranquilla está divina, uno se siente como en Europa con este Malecón tan bonito”, dice Daniel Miller, un turista de Indiana, Estados Unidos, mientras se limpia el sudor de la frente y le sonríe a la cámara junto a su esposa frente a la imponente figura de Sofía Vergara.
El sol arde en lo alto y se registran unos 32 grados sobre de temperatura. Son las 12:30 del mediodía de este viernes y, mientras buena parte de los barranquilleros prefiere verla bajo la sombra, los turistas se toman el lugar con celulares, sombreros y una emoción que no disimula el calor.
Desde la tarde del jueves, cuando se develó la escultura como un regalo de cumpleaños número 53 para la actriz, no se han dejado de reflejar los flashes y las sonrisas de quienes vienen a conocer a esta estrella de Hollywood.
Con gorras, lentes oscuros y botellas de agua, llegaron al Malecón en busca del nuevo tesoro escultórico de la ciudad. La imponente figura de 7 metros y medio de altura y seis toneladas de bronce representa a Sofía tocando una estrella, como si acariciara el éxito con la punta de los dedos.
La escultura, obra del maestro Yino Márquez y realizada con el talento de más de 30 personas, incluidos estudiantes de la Escuela Distrital de Artes (EDA) ya comenzó a atraer las primeras filas de curiosos, como ocurrió con la estatua de Shakira.
El mismo alcalde Alejandro Char lo dijo durante su develación: “Va a pasar lo mismo. A las 5 de la mañana ya se ven buses frente a la de Shakira. Esta también se va a llenar. Sofía es una barranquillera auténtica que nunca dejó de serlo, ni siquiera en Hollywood”.
Y tenía razón. Este viernes, Barranquilla empieza a ver los frutos del homenaje hecho a una mujer que, sin dejar su acento, conquistó el Paseo de la Fama, las series de Netflix, la televisión norteamericana, y ahora, con el río Magdalena como telón de fondo, también enamora a quienes visitan esta esquina cálida del país.